Vivir a quince minutos a pie del Museo Metropolitano de Arte de New York tiene sus ventajas, para alguien interesado en la historia el MET se vuelve en casi un parque de diversiones enorme, tener la oportunidad de pararse frente a una pieza y observarla durante 15 minutos sin que nadie moleste, apreciarla y aprenderla es algo que solo puedo hacer aquí, en New York. A veces fantaseo en vivir en Arizona, ir al campo con mi telescopio y ver la vía láctea casi todas las noches pero luego pienso en el MET y el Museo de Historia Natural y me entra un vacío estomacal, quizás nunca pueda dejar New York otra vez.
Entre todas las piezas del museo hay algunas que son verdaderos tesoros escondidos, objetos pequeños que casi nadie ve pero que son valiosos en el sentido histórico (monetario creo que no tienen precio) y etnográfico, aquí les muestro dos de mis favoritas que representan también a uno de mis personajes históricos favoritos.
Son dos monedas de plata que poseen la efigie de Alejandro Magno y su caballo Bucéfalo.
Las monedas están en una pequeña vitrina de la sala del período helénico que casi nadie visita. Alejandro aparece con cuernos, esto tiene una historia interesante y es porque cuando conquistó a Egipto en el 332 a.C., visitó un templo del dios Amón en oasis de Siwa y ahí el sacerdote le dio la bienvenida llamándolo "hijo del dios Amón", cosa que a Alejandro parece que le impactó porque posteriormente se dice que oraba al Amón pidiéndole apoyo durante las batallas, tratándolo de padre a hijo. Consideren que estamos hablando de un hombre que vivió tres siglos antes de Cristo, en ese momento la idea de ser hijo de Dios era algo increíblemente revolucionaria, así que cuando el cristianismo se extendió por todo el imperio romano la tradición de divinidad terrenal y de "hijo de dios" que se le faculta a Jesus vino de la tradición alejandrina que era muy popular en todo el mundo antiguo y no del mesías de la tradición Judía.
En todo caso, a partir de ese momento a Alejandro se le va a retratar bicorne, con dos cuernitos, porque eso representa al dios Amón, es una símbolo de divinidad. Algo que para los estándares vernaculares actuales parecería una cosa humillante pues se consideraría a Alejandro un marido a quien su mujer le fuera infiel.
Bucéfalo (cabeza de toro), es el caballo favorito de Alejandro y es quizás el caballo más importante de la historia. Alejandro lo adoptó en su natal Macedonia luego que no se dejara montar por nadie y lo acompañó a todas sus campañas hasta que murió en la batalla de Hidaspes.
Aquí volvemos a ver a Alejandro en otra moneda de plata (Tetradracma) pero ya no lo está bicorne sino con un casco o tocado en forma de cabeza de elefante, esta moneda se acuñó en Alejandría entre los años 305-299 a.C, para entonces ya estaba muerto y su imperio partido en pedazos por sus generales que se atacaban unos a otros. Quizás el único general que hizo algo importante fue Ptolomeo Sóter (Sóter significa salvador) pues se convirtió en gobernante de Egipto y comenzó una dinastía llamada ptolemáica que tuvo sus grandes momentos y adelantos científicos que no se lograron sino hasta la llegada del renacimiento y la revolución científica.
Alejando Magno aparece en fuentes antiguas pero quizás la que tengan a mano es la Biblia. Pueden consultar el 1 libro de los Macabeos cap.1-8, ese libro no aparece en Biblias protestantes las cuales faltan 7 libros, pero se puede consultar online, es un breve resumen de su vida.
También aparece en el Corán, exactamente sura 18 aleyas 83-101 como "el de dos cuernos", quien es designado por Alá para mantener lejos a los incivilizados. Y por supuesto apareció en las memorias de Ptolomeo 1 Sóter pero lamentablemente ese documento se ha perdido en la historia, quizás destruido por las ordas de cristianos locos que arrazaron la Biblioteca hija de Alejandría en el Serapeum o quizás mucho más tarde cuando los musulmanes se adueñaron de Alejandría y quemaron los preciosos papiros porque no eran demasiado valiosos en comparación al Corán.
La tumba de Alejandro Magno se perdió, estuvo por muchísimos años en Alejandría hasta que su cuerpo, posiblemente momificado, desapareció a mediados del siglo IV. Quizás fue escondido o llevado a Siwa de regreso porque cuando Alejandría se cristianizó -por la oficialización del cristianismo por el Imperio Romano, recordemos que Alejandría dejará estar bajo la dinastía ptolemáica cuando la última de sus linaje, Cleopatra VII perdió el reinado de Egipto muriendo junto a su amante y aliado político Marco Antonio.
En todo caso la tumba de Alejandro está desparecida y su descubrimiento es uno de los grandes sueños de la arqueología moderna y sin duda sería buen tema para una película de Indiana Jones.
Oliver Stone llevó en 2004 la película Alexander donde Anthony Hopkins interpreta a Ptolomeo Sóter quien le dicta sus memorias durante las campañas alejandrinas. Hace poco la compré en la versión “Revisited: The Final Cut (Unrated)”, es muy buena para mi gusto, aunque no fue taquillera y la gente creo que no le puso el interés necesario porque quizás no les interesa mucho el personaje.
En la película Colin Farrell interpreta a Alejandro, creo que fue un buen casting.
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