Desde que el Homo Sapiens es Homo Sapiens (500,000 años),
hasta hace más o menos 150 años, los embarazos ocurrían en parejas jóvenes de
14 o 15 años. Porque le expectativa de vida era de entre 30 a 40 años, una
sociedad preantibiotica y prevacunas tenía la característica que moría casi 1
de cada 3 niños nacidos.
La misma selección natural nos obligó a tener más
hijos y comenzar a tenerlos desde muy jóvenes. La modernidad -que se inauguró
prácticamente hace muy poco tiempo- expandió el rango de edad de la niñez,
inventó una edad llamada adolescencia, creó una legislación sobre ella y
sobrepuso sus valores (individuo, profesión, desarrollo
profesional, familia nuclear) sobre valores antiguos y naturales.
Ante esa visión general, no es nada extraño esperar que jóvenes se embaracen, la condición natural del ser humano tener crías desde muy jóvenes.
¿Nos molesta eso actualmente? Sí, porque va
contra los valores modernos. Tenemos que estar conscientes que nuestras más
queridas creencias simplemente son paradigmas que no tienen sentido en la naturaleza.
Es
difícil evitar embarazos no deseados, tomando en cuenta que el sexo es una actividad extremadamente placentera (nuestra especie hubiera desaparecido sino lo fuera).
La solución en sociedades modernas sería una educación sin prejuicios, sin miedos, decir las cosas tal como son y no esconder la sexualidad humana detrás de moralidades religiosas.
Pero si todavía fracasamos, no nos ofendamos ni nos ofusquemos, no entremos en pánico, ni condenemos a los jóvenes, es difícil pelear contra la propia naturaleza, es algo que nuestra especie viene haciendo desde hace medio millón de años.