Wednesday, September 22, 2010

La Elefanta y los Políticamente Correctos


Una elefanta ha muerto.
Que los elefantes mueran no es cosa de extrañar, lo han hecho desde que los elefantes son elefantes, digamos que desde hace algunos millones de años, son los descendientes de toda esa fauna gigantesca que despareció a finales del Pleistoceno.
La cuestión es que una elefanta murió en el zoológico nacional, no es de extrañar que mueran animales en el zoológico, lo hacen continuamente, por la propia vida del animal que cumple sus años en cautiverio y por que posiblemente el lugar o la alimentación no es lo que debería, total, como en todo, es multifactorial.
La finada en cuestión fue Manyula, una elefanta de la india que vino a El Salvador a principios de la década de 1950, y que la mayoría de citadinos, y mucha gente del interior del país en algún momento de nuestra niñez nos llevaron a un peregrinaje al zoológico y la vimos.
Seguro que Manyula fue el primer elefante que he visto en mi vida, antes los había visto en fotografiados en algún libro, así que cuando me abalancé al tubo que separaba su jaula de mi persona no pude más que sorprenderme por ver el enorme animal caminando de arriba para abajo. Algunos le extendían la mano y le daban “churritos”, yo no le di, me dio cierto temor, en el fondo era un animal salvaje, incontrolable, que no debería de haber vivido 60 años en un espacio que no lograba las dimensiones que se merecía, ni tampoco tuvo contacto con otro de su especie; por eso, entre otros berrinches que cada cierto tiempo hacía, terminó matando a dos de sus guardianes.
Sin embargo, algunos dicen que era dócil, que había que acercársele con respeto y al parecer, las últimas décadas había desarrollado cierta simpatía con algunos hombres que la visitaban, era agradable verla cuando uno pasaba entre el tráfico frente al zoológico, simplemente estaba ahí, era parte del fondo de la ciudad, y como mi historia particular, asimismo una buena cantidad de salvadoreños significó algo en su historia de vida.
Como dijo Roque Dalton en Historias Prohibidas de Pulgarcito “El zoológico es uno de los paseos más concurridos de San Salvador, fundamentalmente porque para entrar en él y recorrerlo no hay que pagar un solo centavo –eso en otro tiempo- . Los cines en cambio son carísimos, los teatros no existen y a los bares no puede uno llevar a los niños”,  en otra palabras,  un país donde la oferta cultural y lúdica se cuentan con los dedos de una mano, el zoológico es un sitio fundamental.
No hace falta pasarse frente al portón para ver a la muchedumbre que por razones económicas no tiene acceso a la Gran Vía o Multiplaza, al cine o ir a la playa, así que ahí los vemos esperando  entrar y ver los animales, caminar bajo las sombra de los árboles y acercarse un tanto a lo salvaje. No hay cosa más interesante que la actuación de los monos y ver la cara del pueblo riéndose ante un espejo natural de nuestra humanidad. 
Y claro, hasta el día de hoy, ver a un animal del tamaño de un bus caminando de arriba abajo, hacía a nuestra  Manyula el animal más grande del país –con excepción de las ballenas que de vez en cuando llegan a nuestras costas, pero es difícil verlas-.
Yo dejé de visitar el zoológico cuando consideré que los animales no deberían de estar enjaulados, creo que deberían de ser libres y dejarlos ser animales, obvio que no podemos en una arranque de pasión ir y liberar a las panteras, leones y monos, considerando que estos, ya no pueden adaptarse al medio salvaje, así que habrá que aguantar que de una u otra forma vayan muriendo y ver como se reemplazan. Eso sí, considero que vale la pena conservar la osamenta, es de alto valor educativo y científico, además perpetúa de alguna forma el recuerdo del animal, los huesos pueden ir y exhibirse perfectamente en el Museo de Historia Natural, que actualmente tiene una guión tan pobre que mi propia casa tiene objetos más interesantes que los presentados en dicho museo.
Así que la Elefante murió, y como en todo en este país, por un lado están los que lloran la muerte del paquidermo y de pronto, casi de la nada, ha surgido un grupo que critica a los que lloran.
Uno cree que lo ve todo, así dije hace unas semanas cuando vi que los fans de King Flyp se multiplicaban en el contador de YouTube y luego semanas después escuché algunos que justifican el actuar de las pandillas. El último grito de la moda del absurdo son los que de una u otra forma se oponen que la gente sienta y  llore la muerte del animal.
Los hay de todos, los que les molesta el “show mediático” por que les harta de alguna forma, y los que no faltan, los que últimamente se han vuelto más populares, los que creen en las teorías de la conspiración. Estos creen que la muerte de la animala es una cortina de humo, o una manipulación para no pensar en los barriles con los narcodolares o quitar la atención al problema de la criminalidad, al aumento de los frijoles o la ley antipandillas, o que Funes es de la CIA, o que Chavez es extraterrestre, etc, etc, etc.
Otros se presentan con el argumento que es inmoral estar de luto por Manyula si hay tanta muerte en los hospitales públicos, niños en la calle y asesinatos por las pandillas o por los narcos. Tiene razón pero no lo tiene al mismo tiempo, pues no veo a los mismos acarreando medicinas a los hospitales o dándole de comer a los desempleados, o llevándose niños de la calle a su casa, en fin,  todas esas cosas que los “políticamente correctos” acusan a los que pecan por tener sensibilidad animal.
Es decir, si tiran piedras habrá que cubrirse bien por que todos tienen techos de vidrio, asimismo muchos que se les incrimina de ser sensibles, no implica que no sientan la muerte de una persona, días después que los pandilleros quemaran un bus he visto escenas bastante deprimentes en el país, sentí como el miedo hacía mella en nuestra moral nacional, muertes violentas y sin sentido, aun no puedo quitarme de la mente imaginarme a las personas tratando de salir de un bus incendiado, para ser rematados desde afuera por un pandillero que seguro se reía.
Sí, el mismo pandillero que los “políticamente correctos” han transformado en víctima,  legitimando de alguna forma el asesinato y convirtiéndolo en una especie de activismo social. Por ahí alguien dijo que la gente más valiente y que no cree en los paros de transporte son los que andan en carro, que los de a pie, sí que le tienen miedo, por que en este país, cualquier cosa es posible.
En todo caso, ¿Quienes somos para decirle que llorar o que no deben de llorar a la gente?, la muerte de Manyula es una expresión popular, no importa si es potenciada por el facebook, internet, radio, televisión o periódico, es la reacción de la gente, interesante en todo caso. Asimismo su contraparte, de los que se oponen con el afán de contradecir, de polarizarnos, quizás esa es nuestra más profunda maldición, nunca estar de acuerdo entre nosotros mismos, ni en la muerte de un paquidermo.
Puede ser también que los “políticamente correctos” nunca se les ha muerto una mascota,  en cierto sentido la elefanta,  ese ícono de la ciudad que estuvo con nosotros prisionera desde la época de Osorio  terminó siendo por puro aguante típico de un salvadoreño, una enorme mascota nacional.
Una mascota de todos.

Sunday, September 19, 2010

Los Niños Ancla

 
Este es un resumen de una ponencia que presenté en la V Semana del Migrante, organizada por la Unidad de Investigaciones de la Universidad Tecnológica de El Salvador
La Guerra Civil
Entre 1861 y 1865 los Estados Unidos sufrió una de las peores guerras civiles de la historia, la nación norteamericana se partió en dos, los estados del sur se rebelaron contra los estados del norte, y se organizaron en una federación llamada: Estados Confederados del Sur.
Esta guerra que bien podría considerarse la primera guerra de la modernidad, utilizó innovadoras tácticas  militares y una tecnología bélica altamente efectiva, por ello la cantidad de bajas se contaron por miles, famosa fue la batalla de Gettysburg que dejó más de cincuenta mil muertos en ambos bandos (1).
Estos conflictos nacionales son producto de un sinnúmero de factores, con dificultad se puede dimensionar  las verdaderas causas de una guerra civil, requieren un análisis académico que solo el tiempo nos puede dar; por ello,  al cumplirse un siglo de la guerra civil estadounidense, los historiadores habían llegado a una conclusión satisfactoria: el determinante para dar pie a la batalla fue la prohibición de la esclavitud en los estados del sur, que pretendía extenderse hacia los nuevos territorios del oeste.
EL sur optó por renunciar a la unión y el norte no tuvo otra opción que ir tras los estados rebeldes tratando de obligar a  reincorporarse y respetar la autoridad federal (2), lo consiguió cuatro años y medio millón de muertos después, cuando salió victorioso y los Estados Unidos finalmente se consolidaron en su forma actual.
Vencido el sur y disuelto gobierno espurio de los Estados Confederados, la ideología norteña se impuso sobre los vencidos,  finalmente se legitimaron y equipararon los derechos de los esclavos negros, se les dio el derecho de la ciudadanía expresada en la nacionalidad, y para asegurarlo legalmente, la constitución de los Estados Unidos sufrió una enmienda, enumerada como la catorceava, que versa de la siguiente forma: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos, y sujeta por ello a tal jurisdicción, es ciudadana de los Estados Unidos y del Estado en que resida. Ningún Estado podrá crear o implementar leyes que limiten los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco podrá ningún Estado privar a una persona de su vida, libertad o propiedad, sin un debido proceso legal; ni negar a persona alguna dentro de su jurisdicción la protección legal igualitaria….”(3) .
A pesar que la enmienda daba plenos derechos a los esclavos, de la esclavitud se pasó a la segregación y no fue hasta un siglo después que las luchas por los derechos civiles lograron finalmente someter al sur bajo el concepto de libertad.

La Contemporaneidad
Los últimos treinta años del siglo XX los Estados Unidos recibieron enormes cantidades de migrantes provenientes de Latinoamérica, a partir de 1990 las distorsiones y desigualdades económicas de la región impulsaron aun más la migración, ya no se contaban por miles sino millones los que con más ímpetu se trasladaban al país del norte.
Los migrantes conforman un grupo social muy diverso, hay en ellos mujeres, hombres, niños, jóvenes y viejos que  forman esa especie de colectivo multinacional. Algunos migraron de forma legal; otros, los menos afortunados lo hicieron deslizándose bajo muros, atravesando desiertos y ríos hasta alcanzar su destino sin ningún documento que ampare su estatus migratorio.
En los años noventa y los primeros diez años del siglo XXI el número de mujeres migrantes indocumentadas aumentaron en una proporción histórica, muchas de ellas en edad fértil,  tarde o temprano establecieron relaciones de pareja y se embarazaron.
Los bebes lograron que han logrado nacer en el territorio de Estados Unidos han sido declarados automáticamente ciudadanos estadounidenses por nacimiento, tal como lo ordena la catorceava enmienda de la Constitución. El estatus del nuevo ciudadano no implica el estado migratorio irregular de sus padres; es decir, no importa si los padres sean ciudadanos, residentes o indocumentados los hijos legalmente lograrán la ciudadanía.
Este derecho de carácter incuestionable para el resto de los ciudadanos estadounidenses, ha Posterior a la ley SB1070 que criminaliza la migración indocumentada dentro del Estado de Arizona, grupos de conservadores anti-inmigrantes, comenzaron a desarrollar un proyecto que implicaba negar la ciudadanía a un niño que naciera en territorio estadounidense de padres indocumentados, estos grupos utilizaron el término peyorativo de “Bebes Anclas”.
El tema se caldeó a inicios del tercer trimestre del año 2010, cuando algunos reconocidos políticos, formadores de opinión se expresaron a favor de la iniciativa. Notoria fue la postura de los senadores republicanos Mitch McConnell (4) y  Lindsey Graham que consideraron positiva la revisión de la histórica enmienda y no “premiar” a los indocumentados otrogando ciudadanía a sus hijos.
Asimismo John Kyl senador por Arizona indicó “niños anclas son una carga publica”(5), incluso John MacCain el excandidato presidencial de EEUU se le ha visto dispuesto a apoyar la revisión de la catorceava enmienda.
El famoso comentarista de la cadena Fox, Glen Beck, uno de los principales opositores al gobierno de Barack Obama expresó de forma sarcástica “Sepan, los niños ancla me molestan mucho, ¿saben qué és?:  Es cuando un niño nace en territorio estadounidense se convierte en ciudadano y ayuda a sus padres ilegales a convertirse en ciudadanos…. ¡Oh recordemos la empatía que tenemos con los bebes!, el Bebe no es  un niño, es un ancla! Un ancla para quedarse aquí !” (6) .
Algunos opositores anti-inmigrante han bautizado el tema de los “Bebes Anclas” bajo el concepto de  “turismo maternal”; es decir,  una forma de burlar al sistema cuando sus padres que han cometido un delito entrando sin documentos a los Estados Unidos.

La realidad

Según investigaciones del centro Pew Hispano, la tasa de crecimiento poblacional de los hispanos es la más alta de todas las “minorías” de Estados Unidos. En el año 2008 nacieron alrededor de 4.3 millones de personas de padres hispanoamericanos, de todos los nacimientos de latinoamericanos  tan solo el 8% son producto de padres sin documentos; es decir, alrededor de 340 mil niños (7).
Entre los 340 mil niños de padres indocumentados, tan solo un 45% posee ambos padres sin documentos, mientras que un 34% de los bebes tienen al menos un padre que posee una residencia (Green Card) y un solo 21% uno de los padres es un ciudadano estadounidense (8).
Contrario a lo expresado por los opositores a los migrantes, un niño nacido en EEUU no puede por si mismo solicitar la consolidación de su familia, para ello necesitará cumplir 21 años y requerir al gobierno de Estados Unidos patrocinar a sus padres o hermanos (tomando en cuenta que las solicitudes y el tiempo de respuesta variará para cada nacionalidad de acuerdo a un calendario y cupo).
El ataque hacia los llamados “niños ancla” es una construcción mediática de grupos opositores de la migración, grupos anti – hispanos, Grupos de Supremacía Blanca y miembros de la Ultra-derecha conservadora y del Partido Republicano.
El problema que traería derogar dicha enmienda crearía un caos legal en los Estados Unidos, tomando en cuenta que las partidas de nacimiento ya no tendrían asidero legal, cada ciudadano tendría que demostrar y acreditar su ciudadanía con algún método o sistema que aun no se ha desarrollado, hay que tomar en cuenta que los Estados Unidos no poseen un registro de ciudadanos.
La profesora de West Point, Margaret Stock indica: “El gobierno tendría que decidir la ciudadanía de cada niño nacido en territorio estadounidense basándose en normas extraordinariamente complejas de ciudadanía derivada, o ciudadanía consanguínea. En la actualidad se tarda más de un año en tomar tales decisiones, y el proceso es caro y está plagado de errores” (9) .
No es cierto que los bebes nacidos por los migrantes indocumentados sean una estrategia migratoria para regularizar su estatus, los padres tienen que esperar 21 años para lograr obtener algún beneficio inmediato  (10, 11) y por ello no tienen ningún blindaje contra las deportaciones, los niños nacidos de padres indocumentados son producto de la vida normal de una persona, el nacimiento y su merecida nacionalidad es un derecho inalienable de todo ser humano. 
 
1  Hansel, Harry, “The Civil War, A History”, First Signet Classic Printing, Agosto 2002
2  Idem
3  The National Archives “La Constitución de los Estados Unidos de América 1787” U.S. National Archives and Records Administration, 2010.
4  CBS News, 3 agosto 2010, “McConnell Echoes Kyl's Call for Hearings on Birthright Citizenship”
5  The Huffpost Politic “Jon Kyl Wants Hearing On 14th Amendment 'Birthright Citizenship” Huffpost Politic Internet Newspaper, 02-Agosto- 2010.
6  June 10, 2009, Fox News program
7  Pew Hispanic Center, “Unauthorized Immigrants and Their U.S. Born Children”, Pew Research Center, Washington, EEUU, 2010.
8  Idem
9  Edward Schumacker-Matos, “Los “bebés ancla” y la realidad”, Libre Online, Estados Unidos, 2010.
10  Idem
11  Inmigración y visas “Eligibilidad para Solicitar la Residencia Permanente Estando en los E.E.U.U.”, www.inmigracionyvisas.com

Friday, September 17, 2010

!Viva México!

 
Siempre me he sentido cercano a México, comparto prácticamente los mismos patrones culturales, siendo México parte de Mesoamérica implica que tenemos una historia en común; para decirles,  desde hace más de mil años nuestras historias han venido conectándose de forma ininterrumpida, a tal punto que durante el posclásico los pobladores de El Salvador llegaron a ser tan mexicanizados que su lengua fue (y es) una variante del Náhuatl, aquí le decimos Náhuat. Y cuando llegaron los españoles con Don Pedro de Alvarado, pues venía en compañía de Tlaxcaltecas y Aztecas, que se asentaron aquí junto a los conquistadores y fundaron barrios en las ciudades principales de los cuales  aun sobrevive su nombre, Mexicanos, el barrio de los mexicanos. Algo de sangre mexica corre por nuestras venas.
Su comida no me es extraña, ni los sabores, ni sus códigos, interpreto muy bien su doble sentido y puedo simular perfectamente su acento, pero sobre todo, tengo excelentes amigos en ese país.
Entre todo surge un dato curioso, México y yo cumplimos años en la misma fecha.
Y ahora es de celebrarlo con especial atención, ya son doscientos años del Grito de Dolores, que dio pie a la guerra de independencia.
¡Feliz Cumpleaños!

Yo todavia no llego a los 200.

Thursday, September 16, 2010

Eso que llamamos Patria



Los últimos años he notado un aumento en criticar las festividades de independencia nacional.
En el mundo académico es constante alejarnos del sentimiento patriotero, parece que nos urge hacerlo. No sucede lo mismo en otras esferas; en este caso, las fiestas nacionales se celebran y se reducen a las banderas, a los colores y a las bandas estudiantiles con sus “cachiporristas” que marchan por las avenidas soplando trompetas y dándole a los tambores. Este diseño de fiesta patria tiene un contenido lúdico y emotivo, es una celebración sin el mayor contenido que la fiesta en sí misma. Otros, prefieren no celebrar porque están convencidos que no hay nada que celebrar, que la independencia es “paja”, ¡caput!.

Hubo un tiempo que la fiesta tenía un significado para mí, durante mi vida colegial preparaba junto a mis compañeros un mural cívico, alguien se encargaba de hacer las cadenas de colores con papel crespón, otros preparaban banderitas; y yo, que siempre tuve cierta capacidad para el arte me tocaba dibujar los símbolos patrios, sobre todo a  mi favorito, el prócer José Matías Delgado.
Hay que saber que el mentado prócer es fácil de reconocerlo porque en la mayoría de imágenes aparece de perfil luciendo una enorme nariz. En algún momento  dispuse dejar a Matías Delgado más narizón que el año anterior, el plan funcionó un par de septiembres hasta que mi buen amigo Ricardo Barahona quien siempre tuvo mejor aptitud para el dibujo me reemplazó; en buena hora, de lo contrario seguro terminábamos celebrando la gesta independentista de Pinocho.

Ya en serio, el diseño de Patria que nos inculcan en la escuela es producto de un interés del Estado, así como en la religión nos dan catecismo, en la escuela nos enseñan  Patria, existe un ministerio de educación que se esfuerza en preparar currículos alrededor de dicho concepto. No se asusten, todos hemos sido educados de esa forma, sino le dicen a un niño que la bandera azul y blanco tiene una concepción mucho más compleja que una tela de colores, con dificultad caería en cuenta que representa un colectivo que el Estado administra. Y es que el dichoso Estado se baña en una ideología, vea el siguiente ejemplo: yo que soy de la generación de la guerra civil recuerdo cuando el Gobierno obligaba –aun lo hace- a trasmitir el Himno Nacional al cierre de las cadenas de televisión, no había que ser un adulto para darse cuenta que en el estribillo que dice “Le protege una férrea barrera contra el choque de ruin deslealtad” aparecía una imagen la imagen de unos soldados marchando y luego un guerrillero del FMLN disparando, noten la trampita ideológica; ahora, aunque la tortilla ya dio vuelta y el devenir histórico llevó a los que en algún momento representaron el “ruin deslealtad” al gobierno, el Estado –donde ellos son parte- sigue una ideología determinada.
Dentro de toda esa parafernalia ideológica nos encontramos con el discurso independentista, los que abjuran de nuestra independencia tienen que entender que la independencia no es un absoluto, la independencia es una utopía, es un camino, un andar, un concepto liberal del siglo XVIII y XIX. Quizás ahora ante nuestra realidad nos puede parecer risible, pero es que en estos tiempos de incertidumbre es difícil que nos traguemos estas utopías, sobre todo, porque vivimos en un mundo globalizado.
¡Gran problema!, somos tan independientes como nuestra circunstancia nos permite, y hay que ver que lo seremos de acuerdo a ciertos intereses internos, si nos venden la idea de una independencia pura y llana habría que demandar al Gobierno ante la Defensoría del Consumidor por propaganda engañosa.
Tengamos presente que los firmante del acta de separación de España, conocido ahora como Acta de Independencia tampoco habían pensado seriamente en ser independientes, pocos meses después nos estábamos anexionando a México. Para algunos la anexión fue el acabose y terminaron por levantarse en armas, uno de ellos fue nuestro querido Francisco Morazán, que con un ejército de hombres descalzos y de  escuálidos caballos se enfrentó a  fuerzas guatemaltecas y mexicanas. Luego que México ( por razones internas)  se retirara de Centroamérica, nos quedamos solos, y por pura sustracción histórica nos vimos obligados a construir una federación. Dicho y hecho, pero más tardó la federación en erigirse que nosotros en darnos de madres, se formaron dos bandos, los liberales por un lado y los conservadores por el otro. Y así se fue desgastando la frágil Centroamérica, a tal punto que la federación terminó en nada y El Salvador se declaró en  república independiente el 22 de febrero de 1841,  ni modo, comenzamos nuevamente a andar más solos.
Entonces, ¿Qué es eso llamado patria?,
Hay varias definiciones, Severo Martínez Peláez con su “Patria del Criollo” nos dice que nuestra patria es un sueño que les cuajó poco a poco a los criollos al oponerse a los peninsulares, por contradicciones económicas internas pues.
Con la popularidad que ha alcanzado las teorías de la conspiración, es usual encontrarnos con la tesis que la independencia fue un complot de las clases pudientes, dicha postura se encuentra  adecuadamente comprobada por los análisis políticos que algunos colegas historiadores han hecho. Pero “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, algunos ven en el pasado la representación fiel de las fuerzas políticas actuales firmando el acta de la independencia, un completo absurdo, estos consideran que el concepto de Patria actual es la hija bastarda del interés con una supuesta independencia, una superchería más de tantas otras.
Regresemos a la Patria como discurso propagandístico del Estado y con el 15 de septiembre como su génesis. El Estado urge que le prestemos atención, de no hacerlo nos constriñe y se encarga de motivarnos a palos, por eso vemos a los militares marchando por las calles en estos días de celebración, es momento de enseñar el garrote.
No somos libres dijo Durkheim, cosa cierta, el Estado va más allá y le urge transformarse en supraorgánico y colocarse junto a la cultura, o incluso dominarla y someterla, por eso vemos continuamente discursos estatales con el fin de transformar nuestra cultura, el armatoste para la administración nos avasalla y no nos damos cuenta.
¿Entonces Patria es igual a Estado?, pues no, Patria es la emotividad que tiene la Nación de sí misma, cosa que es fácilmente manipulable de acuerdo a los intereses ideológicos del Estado. Notemos algo interesante, antes de la llegada de los españoles ya habían señoríos por aquí, el último –que ahora llamamos pipiles, pero no sabemos cómo se llamaban a sí mismos- estaba ubicado en las cercanías de Antiguo Cuscatlán y los españoles terminaron por desmantelarlo, no dudo que los antiguos cuscatlecos tuvieran su Patria y su Estado (muy diferente al nuestro por supuesto), y a pesar de su amor y resistencia terminamos en otra cosa, un Estado desapareció y otro régimen se impuso; luego, con el tiempo dicho sistema colonial ya no fue, y terminamos con armar un Estado Federal que se abortó a los pocos años, así de tumbo en tumbo y por pura casualidad hemos terminado en una etapa republicana, conociendo la historia no daría seguridad que el nuestro actual Estado continúe por la eternidad, la república puede ser cualquier cosa pero no infinita.
Dagoberto Gutiérrez ha dicho que somos salvadoreños en cuanto no somos guatemaltecos, hondureños, nicas o ticos, creo que tiene razón,  yo le agregara que esta nación salvadoreña creada por el Estado es un intento homogenizarnos ante otras naciones que viven o vivieron en nuestra tierra, las naciones indígenas las han hecho tan invisibles que algunos indios preguntan extrañados si realmente existen indios en este país. Otra nación que despareció fueron los mulatos y africanos,  fue blanqueada lo suficiente para que sus tataranietos consideren que África es completamente ajena a nuestra cultura, sus descendientes lo ven como cosa de otro mundo.
La gran fregada es que no tenemos otra Patria, y como se trata de emotividades, la Patria nos persigue como aquellas relaciones amorosas complicadas, que aunque desistamos y la neguemos como el famoso personaje del Asco de Castellanos Moya, siempre caemos y regresamos a sus brazos, para volverla a joder. Es que nosotros tenemos una Nación tan transnacional que la vuelve neurótica pero provincial, centralista, escéptica de sí misma y tan de doble moral que harta. Nuestra nación se cree casi cualquier cuento, es mal educada, es asesina, otras veces es chillona, traicionera, buscapleitos y con tendencia a la anarquía, buscamos el primer resquicio para negarnos a nosotros mismos, al amor colectivo, ese que llamamos Patria.
Que conste, no nos queda otra Patria más que esta, es crítico, tomando en cuenta que nuestra estirpe condenada no tendrá una segunda oportunidad sobre esta tierra.

Monday, September 6, 2010

Gustavo Ponce

 
Me he quedado sin palabras,
Anteayer murió un gran amigo, el Dr. Gustavo Ponce –pueden ver su blog en mis blogs recomendados- producto de un problema cerebral, que lo mantuvo en estado grave casi por más de un mes, falleció el viernes.
Ponce, un astrofísico centroamericano (hondureño de madre salvadoreña y padre guatemalteco) nos visitó varias veces a El Salvador. La última vez que nos vimos fue en el acto de clausura del Año Internacional de la Astronomía realizado en el auditórium de Cancillería de la República, compartimos la mesa y dimos varios discursos.
Ponce dio una ponencia sobre el universo, era un tipo brillante, con un humor como pocas personas, podía contar chistes durante días sin repetir ninguno. Tiendo a pensar que ese tipo de personas no deben morir jóvenes –apenas tenía 53 años, con décadas por delante- y que es una verdadera desgracia que en nuestra región centroamericana donde hace tanta falta personajes como Ponce, que hagan ciencia, investiguen, eduquen y  promocionen el conocimiento se muera. Tomando en cuenta la buena cantidad de ciudadanos no tan honestos, ni trabajadores y mucho menos interesados en el desarrollo de la nación que no mueren, me hace pensar que de existir una justicia cósmica o divina, debe de estar de alguna forma invertida; la mejor gente muere,  y  lo más triste muere gente joven, como dice la canción de Iron Maiden “Only the good die Young”
Creo que ha muerto uno de los hijos más valiosos que pudo haber tenido Honduras, que desde anteayer nuestra región ha sido un poquito más tercermundista de lo normal.

(La fotografía es cortesía de mi buen amigo guatemalteco Edgar Castro, quien también siente profundamente la pérdida de Gustavo)