Sunday, August 29, 2010

La Ciencia y la Literatura

Los que creen que la ciencia es ajena a la literatura están equivocados.
No mencionaré los artículos científicos o “papers” publicados en revistas especializadas que por su forma de tratar las temáticas de investigación, circulan por otros mundos un tanto alejados de la literatura. A pesar que dichos documentos utilizan textos y símbolos para lograr narrativas,  lo escrito dista de un poema, cuento o novela; Que conste, para un científico la publicación es fundamental en su vida profesional, de ese modo las investigaciones se cristalizan y los esfuerzos no quedan en meros intentos, la publicación es el paso final de una investigación.
Resuelto lo anterior, ¿Cuál es la participación de la ciencia en la literatura?: Desde mi punto de vista participa en dos grandes territorios: la literatura de Divulgación Científica y la Ciencia Ficción.

La Divulgación Científica

De divulgación existen artículos en periódicos y revistas, que de una u otra forma tratan de explicar un tema, lo cual es un reto, es difícil expresar en palabras sencillas una complejidad científica. Algunos medios se ahorran tiempo y cerebro publicando directamente un cable internacional donde se comunica el último avance científico o un descubrimiento; Sin embargo, los famosos cables no poseen siempre una buena calidad y terminan enredando al lector. En el 2003 un cable internacional provocó una confusión con el acercamiento de Marte, la información indicaba que el planeta rojo se vería del tamaño de la luna, así que cientos de miles de personas se creyeron la información equivocada y salieron a las calles para tratar de ver a Marte del tamaño de la Luna. Para rematar, todos los años después del 2003, aparece el mismo cable en forma de cadenas de correos electrónicos desinformando a la gente y alimentando con miles de direcciones de correos electrónicos  a los hackers.
Existen buenas revistas de divulgación, en los años ochenta estuvo de moda “Muy Interesante”, en El Salvador era posible obtenerla en quioscos y supermercados, con el tiempo dejaron de traer la versión original de España y la reemplazaron por una producida en México, para mí fue el inicio del fin, los textos comenzaron a perder calidad y aumentaron los temas “ocultos”. Así que  dejé de leerla y me dediqué a la National Geographic, que se ha logrado mantener a pesar que existe alguna variación en los artículos de la versión “de verdad” –En inglés- y la tropicalizada en Latinoamérica.
La globalización ha logrado que en los últimos años se puedan obtener excelentes revistas de divulgación, ahora es fácil conseguir la  Sky & Telescope, Archaeology, Scienfic American, Discover y National Geographic en El Salvador, es posible obtenerlas en el almacén Samborn´s –valga el comercial-.

Los libros de divulgación es otro mundo, su principal ventaja estriba en la amplitud que pueden abarcar, contrario de las revistas o periódicos que están encadenados al máximo número de palabras por hoja.
En sociedades donde el conocimiento se encuentra en el último vagón del interés colectivo es difícil obtenerlos, notarán –como siempre- que el número de libros de esoterismo es abundante contra los de divulgación; es decir, por cada libro de astronomía en un estante de librería habrá diez de astrología. Las librerías dicen que mercado así lo exige y el negocio de vender libros es justamente eso: un negocio, si la gente demanda más astrología que astronomía, habrá que ofertar más ocultismo que ciencia.
Si le interesa y tiene acceso a una buena librería (de lo contrario búsquelo en Amazon) le recomiendo estos libros: “Génoma” de Matt Ridley, “El Collar del Neardenthal” de Juan Luis Arsuaga, “La Historia del Tiempo” de Stephen Hawking, “El Último Teorema de Fermat” de Simon Singh y “Un Punto Azul Pálido” de Carl Sagan.

La Ciencia Ficción 
La Ciencia Ficción es un juego literario basado en principios científicos para construir una narrativa que toma en cuenta lo posible y lo probable, no debería de ser futurista, ni tampoco profética como algunos sugieren, pero casi siempre la Ciencia Ficción termina rascando el futuro. Nosotros, contrario a las sociedades tradicionales que privilegian el pasado, privilegiamos el futuro, aquí la fascinación de algunos que  esperan encontrarse a Julio Verne con el Nautilus y los viajes a la luna  en cada novela o cuento, es común y fascinante el diseño de posibilidades sociales dentro del género pero no es la norma, ni debería de serlo.

He notado que algunos escritores de narrativas tradicionales no respetan a la Ciencia Ficción, algunos la consideran un subgénero, otros tienen calificativos más fuertes. Hace unas semanas leí una entrevista que le hizo el periódico El Faro a Hernán Rivera Letelier -premio Alfaguara 2010-, donde calificaba a la Ciencia Ficción de basura.  No se cual es la razón de Rivera en considerar al género de Clarke, Asimov y Burroughs con ese nombre; pensándolo mejor, hay una razón posible, creo que es total desconocimiento de lo que ha leído, quien sabe que libros se fumó bajo el título de Ciencia Ficción, que como en todo, hay obras buenas y malas.
La primera obra que podría pasar como Ciencia Ficción es “Somnium” (El Sueño) del astrónomo Johanes Kepler escrita en 1634, que trata de un viaje a la Luna utilizando una pócima mágica, el personaje principal realiza el viaje a nuestro satélite ayudado por su madre, quien conocía ciertas artes “ocultas”. Lamentablemente el escrito tuvo un final trágico, por la similitud de los personajes del libro, la madre de Kepler fue acusada de brujería y pasó seis años encarcelada por el cuento escrito por su hijo, aunque finalmente salió libre y sin responsabilidad alguna, murió pocos meses después.  En el año 2005 la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM realizó una publicación extensa de “Somnium” que incluye algunos textos explicativos del astrónomo alemán.
¿Recomendaciones?, las obras de Julio Verne, por lo menos “Cinco semanas en globo”, “Veinte mil Leguas de Viaje Submarino”, “Hector Servadac”  y “Las Aventuras a la Luna” (De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna y de la Luna a la Tierra) .
Arthur C. Clarke con “Voces de un Mundo Distante”, “2001 Odisea Espacial”, “El Espectro del Titanic” –de mis favoritas- y “Cita con Rama”.
Michael Crichton con “Amenaza de Andrómeda”, “Parque Jurásico” y  “Rescate en el Tiempo”.
“Contacto” de Carl Sagan es una novela brillante, en los noventas la transformaron en una película aceptable, en su momento fue de mis favoritas, pero para ser fiel a la verdad,  la adaptación se queda corta en comparación con el libro.
Importantes son “Las Fundaciones e Imperios” de Isaac Asimov, sin descontar “Yo Robot”, Larry Niven con su “Mundo Anillo” y Philip Dick con “Sueñan los robots con Ovejas Eléctricas” que también fue llevada al cine en la famosa película “Blade Runner”.
“La Máquina del Tiempo” y “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells y los Cuentos de Marte de Edgar Rice Burroughs.

¡No me vengan a decir que la Ciencia Ficción es basura!

Sunday, August 22, 2010

Imposturas Intelectuales


Les diré algo real: La mayoría de gente sabe un carajo de ciencia.

No es un problema puramente nacional, a nivel global la gente no tiene buena actitud hacia la ciencia.
Me he encontrado con personas que la odian, pero no tienen problema enviando mensajes de texto, volando en avión o movilizándose en un vehículo;  cuando enferman, pues tomarán sus medicamentos y todo bien, son aquellos que “aceptan con felicidad los productos de la ciencia pero no comparten su metodología”

Descontando los que no gustan de la ciencia por razones personales, aparecen los que se les oponen por razones religiosas. Sienten que la ciencia de una u otra forma deshumaniza a la humanidad. No encuentro que la ciencia sea producto de extraterrestres o del reino fungi y considerarla no humana, hasta ahora no he visto perros o gatos investigando el proceso reproductivo de las pulgas para encontrar una solución a su picazón y enterarme que la ciencia es compartida por otras especies,  cuando esto suceda, cambiaré de parecer.

Los religiosos que detestan a la ciencia lo hacen por razones mayormente metafísicas que psicológicas, ellos se oponen a la supremacía de la razón sobre la fe. ¡La fe!, esa consideración personal que el mundo es como es por mero convencimiento, a pesar que las pruebas científicas me digan lo contrario. El pensamiento religioso nos compete a todos en una u otra proporción, habrá científicos que tienen fe en su proyecto, pero hay que separar la fe de la confianza, a pesar que ambas parecen hermanas, quizás son primas en segundo grado, la confianza no es tan estúpida cuando la razón le enseña una imposibilidad y no se cierra y se niega como la fe. Hay personas que sienten cierta alegría, incluso se ufanan al señalarse como personas de fe, es como decir: Mire yo me creo cualquier cosa, hasta las que no existen.
La expresión máxima de fe indica que la verdad solo se puede obtener mediante revelación divina y es imposible buscarla por otros métodos que no implique la participación de uno o varios seres sobrenaturales.
Igual que el otro grupo, los religiosos también utilizan los frutos de la ciencia sin problema, mírelos ahí en la televisión y en la radio, publicando sus cosas en los medios electrónicos sin detenerse a pensar que el mero principio de la termodinámica, ese que hace que los gadgets funcionen se opone a cualquier milagro que hagan los seres sobrenaturales.

En el resto estamos todos los demás, para los cuales las cosas de la ciencia quizás son datos que más o menos nos explican la realidad, incluyendo los que trabajan en ciencia, por que no existe una superciencia que abarque todos los campos de la realidad, la especialización nos incluye en uno o dos campos que más o menos manejamos, lo demás es mera ilustración.
Un cajero de banco poco le importa saber que el sistema solar esta constituido por ocho planetas y varios planetas enanos, no es de su incumbencia, pero lo sabe, ¿por qué?, por ser un dato que describe la realidad y por alguna razón nuestra psique nos obliga a ubicarnos temporal y espacialmente en un sitio. Por eso mismo en el fondo la astronomía solo sirve para darnos una ubicación espacial, yo llamaría a la astronomía la gran ciencia de la ubicación, contrario a la física y la química  las cuales explican la estructura de la realidad, estas últimas serían las grandes ciencias de la armazón del universo.
La biología nos indica que somos seres vivientes emparentados de una u otra forma con un sinnúmero de animales y que nuestro organismo funciona de tal o cual forma.
Las ciencias sociales –esas que generalmente los naturalistas se quejan que no sirven de nada- nos dan la amplitud que nuestro criterio etnocentrista no es el único en un maremágnum de sociedades encontradas, también nos dice por que pensamos como pensamos y cual es nuestra historia, que las razones de los conflictos sociales no son espontáneos, que por cada palabra que expresamos hay una infinitos imaginarios y símbolos; siendo así, no solo parece necesario sino urgente entender nuestra propia naturaleza humana no material.

Con la ciencia hay oposiciones, las hay incluso académicas,  una especie de harakiri intelectual ocurrió en los años setentas y ochentas, en ese período algunos pensadores franceses cayeron en  un radicalismo epistemológico que obligaba a la ciencia ir hacia el abismo. Dictaban que no existe el conocimiento y que cualquier disciplina tiene un valor del conocimiento relativo o “su conocimiento” en una realidad científica, algo que pondría automáticamente a la astrología, la quiromancia, la ufología, la “ciencia” áurica, la transmutación de los metales, la telepatía, entre otras creencias y prácticas en el mismo orden de las ciencias fácticas, naturales y sociales.
Todo este movimiento, donde pululaban verdaderas vacas sagradas como Jacques Lacan y Bruno Latour se estrelló en los noventas cuando dos físicos publicaron un artículo en la revista Social Text, el articulo se llamaba “Transgrediendo los límites: Hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica” que era una jerigonza de estupideces y que terminó en un escándalo, donde demostraban que cualquier tontería puede ser valedera si se disfraza con los términos “cuánticos” o algo que suene de cierta forma rimbombante. Finalmente Alan Sokal, uno de los autores del artículo, publicó un libro llamado “Imposturas Intelectuales” en donde detalló que la posmodernidad termina siendo más tóxica de lo que creemos.
Latinoamérica parece que pasó de noche el “escándalo Sokal” y aun existen muchos resquicios anticientíficos en los académicos de nuestras escuelas, que incluyen gente de las ciencias naturales. En ocasiones los científicos naturales caen en simplezas que hasta un antropólogo como yo pueden notar una profunda falacia en sus declaraciones, desde aquellos que afirman que el alma existe y que puede ser medida y pesada –hace años tuve una discusión durante varias semanas con un doctor en física que decía que esta “científicamente demostrado” que el alma existe y que pronto iban a dar un novel por descubrirlo-  hasta los que consideran, en una especie de neoastrología, que la epilepsia está relacionada directamente con la actividad solar, a pesar que  los neurólogos hayan estudiado por décadas que dicho trastorno es multicausal y que el astro rey sería en todo caso, un valor más en el enorme tren de posibilidades.
La ciencia tiene recovecos y contradicciones entre si, por ser un producto humano, nosotros nos contradecimos, hay que entender que construimos modelos de la realidad, que todos pueden ser mejorados y que de hecho lo son, por eso de cierta forma las tonterías caen por su propio peso, de eso se trata la ciencia, de buscar y encontrar y seguir buscando.
Hemos tenido cierto éxito, la tecnología indica que las descripciones de la realidad parecen funcionar hasta un cierto punto sensible, que sociedades de tecnología simple, que no tienen institución científica han logrado encontrar mediante un conocimiento empírico que la descripción también les ha funcionado a ellos a través de la historia; es decir, parece que hay claves en el universo que nos permiten evidenciar que el código de la realidad puede romperse.
¿Más allá? la filosofía, no la religión.

Wednesday, August 11, 2010

Ipad


"En el mundo están ocurriendo cosas increíbles; ahí mismo, al otro lado del río, hay toda clase de aparatos mágicos, mientra nosotros seguimos viviendo como los burros"
José Arcadio Buendía
Cien Años de Soledad

Monday, August 9, 2010

Nagazaki 1945



Hace 65 años Nagazaki fue borrada del mapa, la II Guerra Mundial estaba llegando a sus últimos momentos.
Los Estados Unidos ya habían lanzado una bomba sobre Hiroshima, pocos días después le tocó el turno a Nagazaki, aun con la dos bombas los japoneses no se rindieron y tomaron una semana más para decidir -luego de un conato de golpe de estado contra el Emperador-que la guerra estaba perdida y que aceptaban el ultimátum de Postdam.
En todo caso los Estados Unidos se preparaban para construir otra bomba que la tendrían lista a finales de Agosto del 45, de no haberse rendido tenían dos opciones: La invasión a la isla que hacían cálculos que morirían al menos 5 millones de personas (1 millón de solados de EEUU y el resto militares y civiles nipones) usando varias bombas en puntos claves o seguir bombardeando ciudades seleccionadas hasta conseguir la rendición, lo cual llevaba a un enorme problema ético, casi tan duro como el que se plantearon una vez tenían la bomba y pensaron en usarla o no.
De cualquier forma a las 11:01 de la mañana del 9 de agosto de 1945 un sol nuclear se encendió sobre Nagazaki desintegrando todo a su alrededor, casi 60 mil vidas se esfumaron de inmediato.

Friday, August 6, 2010

NYC


Después de un vuelo en American Airlines donde el servicio abordo se resumió a dos tazas de café y una mala película muda –a menos que se cancele con tarjeta débito unos audífonos - estoy de regreso en Nueva York.
Es impresionante lo mucho que cambian las cosas cuando uno se ausenta de un sitio, tengo años de no volver a Puerto Rico y en ocasiones me pregunto qué cosas habrán cambiado en la “Isla del Encanto”. A veces me imagino caminar por las calles de Mayagüez ver la Escuela Superior José María Hostos y darme cuenta que las cosas que viví quedaron en otro siglo, a excepción de poquísimos amigos que aun tengo en la isla, ya no tengo nada que hacer en Puerto Rico, el tiempo se lo tragó todo.
Así las cosas, luego de salir del aeropuerto Kennedy y llegar al apartamento me quedé parado en la entrada del edificio, han renovado el lobby y quedó irreconocible, por un momento consideré haberme equivocado de edificio, de calle y de ciudad. Pero había un gran rótulo dorado con la dirección que me gritaba que estaba en el lugar correcto, esperé hasta que el portero me saludó y ayudó a levantar mi maleta. En el elevador que las cosas comenzaron a parecerme familiares y dentro del apartamento me encontré con mis padres que se ven exactamente igual que cuando los dejé hace más de un año, eso era lo que más importaba.

Más cambios
La crisis económica del año pasado golpeó la ciudad, varios negocios cerraron, algunos con muchos años de haberse instalado en el vecindario, ya había visto el triste destino de Circuit City y ahora resulta que el Barnes & Noble de la calle 86 lo cerraron y lo consolidaron con otro que estaba en la calle Lexinton, el nuevo sitio lo instalaron en un sótano de una torre que inauguraron hace poco, ha quedado muy bonito y moderno, pero por alguna razón no llenó mis expectativas; por cierto, desde la librería el teléfono celular no conecta.
Hace unas semanas mientras se trabajaba en la construcción de las nuevas torres del Word Trade Center los obreros encontraron un barco antiguo del siglo XVIII que ha comenzado a ser recuperado por los arqueólogos, en menos de 10 años tres enormes torres, las cuales serán los edificios más altos del mundo van a decorar nuevamente el horizonte del bajo Manhattan.
Ahora se ha levantado una gran polémica en ese mismo lugar, a menos de dos cuadras al norte de donde estaban las Torres Gemelas, un grupo de musulmanes han considerado construir un centro islamista, y como es de esperarse algunos consideran que ubicar una mezquita en un sitio donde extremistas asesinaran a miles de personas es un verdadero insulto, otros se quejan -tal como ocurre en Europa- que occidente está siendo amenazado por una creciente islamización, que se debe detener de alguna forma.
Otros dicen que la mezquita hará bien por que trae consigo el acercamiento y diálogo entre culturas, que los terroristas musulmanes no son los piadosos musulmanes que viven y trabajan junto a los neoyorkinos occidentales, otros dicen que no hay nada que prohíba construir tal mezquita a pocas cuadras de “Ground Zero”, y la verdad es que no hay nada que prohíba legalmente su construcción, la libertad expresada en la constitución de Estados Unidos lo permite, prohibirlo borraría la diferencia entre un estado democrático y uno totalitario.
La pelota quedará en el lado de los musulmanes que cargan con el proyecto, el “Ground Zero” es un tema delicado en el imaginario de la ciudad y en general en la sociedad estadounidense, ya obtuvieron todos los permisos y solo necesitarán 100 millones de dólares para construirlo, seguro que se levanta antes que las nuevas torres estén de pie.
Y esperar la primera pedrada de algún peatón, como dicen por ahí "el niño llorón y lo pellizcan"