"Logic, logic, logic. Logic is the
beginning of wisdom, Valeris, not the end"
Spock,
Star Trek VI: The Undiscovered Country (1991)
En la antigüedad los jóvenes se
sentaban alrededor de los fogones y un cuenta historias les narraba ya sea
épicas batallas, grandes aventuras o los mitos de fundación, todos estos
cuentos forjaban el imaginario de la gente, protagonizados por personajes que
hoy recordamos como los grandes héroes de antaño, ya sea un Odiseo que luchaba
contra envidiosos dioses, o Hunahpú e
Ixbalanqué engañando a los señores del Xibalbá o un Qi Jiguang destacándose en
el campo de batalla, todos ellos eran de cierta forma personajes que hombres y
mujeres usaron como referente en sus vidas, era el parangón de los más queridos
valores sociales.
Hoy en la modernidad, ya no nos
reunimos alrededor de fogones a escuchar historias, sino frente a pantallas
donde las historias fluyen a través de una tecnología maravillosa, ahí vemos
las grandes historias actuales que para bien o para mal aportan elementos para
la construcción de la superestructura de nuestra sociedad global.
Los héroes de las pantallas
pueden trascender del cine y de la televisión, se pueden transformar en iconos
culturales que reflejan nuestras aficiones o intereses, se convierten en la
esencia de nuestros sueños y quimeras. Uno de ellos fue Leonard Nimoy, quien
personificara por más de cinco décadas al inteligente y racional extraterrestre
Sr. Spock, uno de los tres pilares* de la popular saga Star Trek, conocida en
Latinoamérica como Viaje a la Estrellas, creación del desaparecido director
Gene Roddenberry. Nimoy falleció este día, 27 de febrero a sus 83 años, producto
de un problema pulmonar ocasionado por el cigarrillo, aunque el actor había
dejado de fumar hace 30 años, los daños en sus pulmones fueron tan severos que
nunca pudo sanar del todo.
Spock no fue la primera
representación de un extraterrestre en la pantalla, pero quizás por sus
cualidades físicas, sus orejas puntiagudas, su forma categórica y correcta de
hablar, su profundo intelecto, su manera racional y extremadamente lógico de
analizar los problemas que episodio a episodio sufría el equipo de la nave Enterprise,
ha sido una de las representaciones más destacadas de lo que creemos que es esa
otredad cósmica, que llamamos como los extraterrestres.
Siempre he sido un fan absoluto
de Star Trek, mucho antes que se inventaran la categoría de Trekkie o que las
multitudes actuales se rieran por su caricaturización en Big Bang Theory, y lo
fui porque de alguna forma Star Trek me invitaba a soñar con la posibilidad de
una idílica sociedad donde se valorara la exploración, la ciencia y el
conocimiento, donde hombres y mujeres estudiaran por igual los misterios del
cosmos y donde la tecnología resolviera los problemas del día a día de una
manera fantástica.
Y en ese universo Roddenberriano
estuvo Spock, desde el primer capítulo,
“The Man Trap” junto al capitán Pike, pasando por una serie de
televisión, media docena de películas y una serie con una nueva generación
hasta la anticanónica y poco célebre versión de Star Trek de J.J. Abrams. En
todas las actuaciones de Nimoy como Spock fueron coherentes, siempre sus guionistas
respetaron el personaje y mantuvieron sus complejos diálogos que al presente
son una joya para la ciencia ficción, hay que recordar también que Nimoy fue
director y escritor de varias películas de Star Trek y mantuvo respetuosamente
el preciado canon de la serie, asi como también fue un hombre sensible, un
artista que se desarrolló en la fotografía, la música, el stand-up comedy y la escritura.
Célebre es aquella escena cuando
Spock le explica a Kirk que “El bienestar de la mayoría supera al bienestar de
la minoría, o de uno solo", lo irónico, es que se lo dice al borde de la
muerte, cuando se sacrifica para salvar a la tripulación del Enterprise luego
que ha batallado contra Khan Noonien Singh y que posteriormente, volvería a la
vida, resucitado por un malogrado experimento en el planeta Génesis.
Pero en esta dura realidad que
siempre termina destrozando los sueños ficticios de los trekkies no existe tal
proyecto génesis, como tampoco existe la teletransportación, los viajes warp,
ni los rayos fasers, los tribbles, los klingons y los vulcanos, Nimoy se ha ido
para siempre, queda entonces el Spock del mundo utópico de Roddenberry, ese que
permitió divulgar la exploración del universo, haciendo que generaciones de
jóvenes inquietos se enamoraran de un universo misterioso, le dio la
posibilidad de soñar que podemos dedicarnos a la ciencia y explorar.
Los que seguimos siendo trekkies
de hueso duro continuaremos viajando y sobrepasando la gran barrera galáctica
abordo del Enterprise, ahí quedan las imágenes de Nimoy, sus representaciones y
sus diálogos, con la esperanza que algún día la utopía de Roddenberry nos lleve
temerariamente donde nadie ha llegado antes.
Larga vida y prosperidad.
*Los otros dos pilares son James T. Kirk
(William Shatner) y Leonard H. McCoy (DeForest Kelley)
Ilustración por Marie Kay Callis / EEUU