Seguimos en Jucuapa, limpiando la casa me he encontrado entre otras cosas con algunas sorpresas, una licencia para portar arma para mi bisabuelo firmada por puño del General Maximiliano Hernandez Martinez en marzo de 1932, un documento de 1927 con las iniciales de la marca para el ganado de mi bisabuelo -hasta el momento desconocía que algun día el se dedicara al ganado- algunas fotografias del pasado, del terremoto de 1951 y un garrobo.
Un garrobo es un reptil de piel oscura un poco más pequeño que una iguana muy común en centroamérica, especialmente en el oriente de El Salvador. De hecho, en el departamento de San Miguel -aledaño a Jucuapa- el garrobo es toda una delicia en la mesa, la sopa de garrobo se vende hacia el extranjero y me han dicho que existen algunas granjas salvadoreñas donde son criados para tal sopa.
El garrobo estaba detrás de una librera, ya lo había visto una semana antes reptar entre el techo y uno de los cuartos, uno de mis vecinos me comentó que al menos una familia de garrobos gusta tomar el sol mañanero en el tejado, lo que me ha sorprendido es considerar el lugar por donde el reptil entró a la casa, digo por que los sellos de cemento son fuertes y es dificil que un animalito de estos entre a la casa, pero bien que entró ,entró.
Saltó cuando movimos la libera y Jaime Arriaza, uno de mis amigos y ayudantes de la finca rápidamente le puso el pie encima y lo tomó de la cabeza. En algún momento se que a Jaime se le hizo agua la boca, y es que el garrobo es un buen platillo, lo se por que lo he comido y es delicioso a las brazas, no me costaba nada decirle que lo degollara, limpiara y lo bañara en limón y luego a una parrilla de carbón, pero me ganó el sentimiento ecológico y lo fuimos a dejar en la profundidad de la finca. He aquí la foto del mencionado reptil, que apodé "Reptilio" y que salió espantado entre las hojas del cafetal apenas tocó suelo.
Lindo animal.
El garrobo estaba detrás de una librera, ya lo había visto una semana antes reptar entre el techo y uno de los cuartos, uno de mis vecinos me comentó que al menos una familia de garrobos gusta tomar el sol mañanero en el tejado, lo que me ha sorprendido es considerar el lugar por donde el reptil entró a la casa, digo por que los sellos de cemento son fuertes y es dificil que un animalito de estos entre a la casa, pero bien que entró ,entró.
Saltó cuando movimos la libera y Jaime Arriaza, uno de mis amigos y ayudantes de la finca rápidamente le puso el pie encima y lo tomó de la cabeza. En algún momento se que a Jaime se le hizo agua la boca, y es que el garrobo es un buen platillo, lo se por que lo he comido y es delicioso a las brazas, no me costaba nada decirle que lo degollara, limpiara y lo bañara en limón y luego a una parrilla de carbón, pero me ganó el sentimiento ecológico y lo fuimos a dejar en la profundidad de la finca. He aquí la foto del mencionado reptil, que apodé "Reptilio" y que salió espantado entre las hojas del cafetal apenas tocó suelo.
Lindo animal.