Y me dicen por ahi que algunos astrólogos habían afirmado que el mundo se debería de haber acabado hace cinco días.
Que el eclipse visto en Asia, el saros 136 sería el causante del descalabro cósmico, que como todo esto del fin del mundo, para bien o para mal no ocurrió, hemos sobrevivido nuevamente.
Luego me dirán que el 2012, que Nostradamus, que la segunda llegada de Cristo, que el Hercolubus o Ajenjo, que un ataque extraterrestre, que se descontrolará el acelerador de partículas del CERN y se creará un agujeron negro y caput con la tierra... hay donde escoger.
Luego me dirán que el 2012, que Nostradamus, que la segunda llegada de Cristo, que el Hercolubus o Ajenjo, que un ataque extraterrestre, que se descontrolará el acelerador de partículas del CERN y se creará un agujeron negro y caput con la tierra... hay donde escoger.
Y me harta esto de que "Arrepientete que Cristo viene pronto", y pasan los años, pasaron los 70, 80, 90 y ahora pasará los dosmiles y nada, no hay señal extraterrestre que Jesús venga en su caballo blanco para darse de madres contra el Diablo, a menos que aparezca de golpe, sobre las nubes, tronando sus dedos y levantando su espada de fuego, por que no se le ve en los alrededores del sistema solar.
Como sea, es que no me trago estas metanarrativas que se me quedan trabadas en la garganta, de haber un fin del mudo debería de ser como el final del Cien Años de Soledad, que un torbellino aparezca y se lleve todo, perros, gatos, hombres, ardillas, los centavos que sobran al fondo de la bolsa con los cuales no se compra nada pero que por un centavo no se paga una casa, los microbuseros y mareros, los arrogantes, las tarjetas de crédito, las nubes, los políticos y los científicos, la marea alta y los estornudos, las caries y las lombrices de tierra, el dolor de pies, y las vacunas, el odio, la risa, las cervezas, la mentira, el Sida, la Shakira rubia que canta en ingles, los golpes de estado, el calor y las telefónicas, los ipods, los ladrones, la gasolina, Dios, Cristo y las estrellas, el spam, los ufologos, las tertulias, la radio, los bancos, las discotecas, el amor, los exámenes médicos y las calificaciones escolares.
Como sea, es que no me trago estas metanarrativas que se me quedan trabadas en la garganta, de haber un fin del mudo debería de ser como el final del Cien Años de Soledad, que un torbellino aparezca y se lleve todo, perros, gatos, hombres, ardillas, los centavos que sobran al fondo de la bolsa con los cuales no se compra nada pero que por un centavo no se paga una casa, los microbuseros y mareros, los arrogantes, las tarjetas de crédito, las nubes, los políticos y los científicos, la marea alta y los estornudos, las caries y las lombrices de tierra, el dolor de pies, y las vacunas, el odio, la risa, las cervezas, la mentira, el Sida, la Shakira rubia que canta en ingles, los golpes de estado, el calor y las telefónicas, los ipods, los ladrones, la gasolina, Dios, Cristo y las estrellas, el spam, los ufologos, las tertulias, la radio, los bancos, las discotecas, el amor, los exámenes médicos y las calificaciones escolares.
Que se lleve todo, que no quede nada, ni siquiera el último que apague la luz, que quede encendida si se quiere, que toda la tierra se transforme en un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugados por la colera huracanada, que el mundo sea arrasado por el viento y desterrado de la memoria cósmica.
Ojalá y así fuera.
Ojalá y así fuera.