Me hubiera dicho antes de proceder; digo por la cuestión de discutir profundamente antes de tomar una decisión de ese tipo, vea que compró un boleto solo le ida, sin retorno o medias paradas. No hay paso atrás, ni reenganche en su decisión, esta bien si eso es lo que quería, “te pelaste bicho baboso” dijo su hermana cuando el féretro bajó hasta el fondo del hoyo, creo que le hubiera gustado estar ahí viendo a la gente, hasta le aplaudieron sin tener que tocar su oboe, yo dije un par de palabras, no dije nada de cuando usted no preparaba sus lecturas, que el cuadro aquel que hizo con Hector en donde tenía que organizar todas las lecturas de Antropología Social le había quedado fatal, pero hablé de su talento, que eso nunca lo he dudado, lo lamentable es que nos negó la oportunidad de seguirle su carrera de músico, como yo sabía que había enterrado la antropología en dos ocasiones, estaba seguro que se iba a México a estudiar y en pocos años, o un par de décadas conseguía su batuta y dirigía una orquesta.
Claro, usted tenía otros planes, nadie sabe que es lo que pasa por la cabeza de la gente, es cierto, uno más o menos puede considerar lo que la gente piensa, yo soy bastante experto por capturar lo que esta detrás de lo que la gente quiere decir, pero es cosa de la etnografía, no de la psicología y ya con esta, son dos veces que me falla la psicología, la primera vez -tengo que admitirlo- fue como estrellarme en una pared a 200 kilómetros por hora, cuando David Mora, ya con usted, que es la segunda persona de mis cercanías que toma esa decisión, pues la cosa fue más aceptable, no tenemos decisión de nacer, pero si cuando terminar.
No tengo que detallar el dolor de su familia, quizás el modo, la praxis pudo haber variado, que no haya sido tan impactante, pero igual, le puedo asegurar que Gabriela ha estado todos estos días que no le pasa, aunque como dije, en la intervención en su funeral, que el tiempo lo va matando todo, lo disuelve, y lo disuelve a tal punto que en algunas décadas, probablemente ni nosotros seremos recordados, como dice Kroeber en sus famosos 18 puntos -acuerdese!!si me puso atención- que “la persona o el individuo no tiene valor histórico, salvo como ilustración”, así que en las mismas estamos, lo malo, es que no nos permitió seguirlo escuchandolo.
Queda inmortalizado en los canales del Youtube, hasta que algo suceda con nuestro mundo digital, que no le tengo tanta fe como el documento escrito o la tradición oral, hay que ver que la grabación no es tan buena, así me dijo cuando me pasó el link, hace algunos días, también queda su Facebook donde sus amigos lo han “taggeado” y han hecho comentarios como si usted los fuera a leer alguna vez, la muerte es una condición absoluta, irreversible, completa, y como dudo que exista una conexión en ultratumba, dudo que lo pueda leer alguna vez, así como no creo que lea este post, pero vamos, hagamos trizas nuestras posturas ideológicas y académicas, y sigamos jugando, usted como que lee y yo como que escribo para usted. La religión y la metafísica tienen función social, y como tal, lo hemos escrito -yo y sus cheros- para socializar nuestro dolor. Siendo nihilistas, nos hemos dado cuenta que si los dioses no existen, lo único que nos queda, somos nosotros mismos.
¿Pero quien sabe que estaba pasando por su cabeza señor Mariona?, mejor sería si hubiera seguido estudiando, tocando sus instrumentos de viento, y mostrándose incrédulo de los gobiernos, que era de izquierda, lo sé, se sorprendió cuando fuimos a ver el gane del frente, que no lo podía creer, a ver si no cree lo del golpe en Honduras, como se fue, ya no se dio cuenta, sabe entonces que se perdió de un buen relajo, que parece que no termina aun, por eso le digo ahora a pesar que es demasiado tarde, en cada vuelta de la esquina nos sorprende la incertidumbre.
Se hubiera esperado otro día hombre, y así paso a paso, hubiera dejando transcurrir los años, vea que el mismo desenlace le hubiera llegado por causas naturales, un poco más viejo quizás, pero al menos, se divertiría más.
¿O es acaso como un juego de vídeo?, ¿Que cuando ya no nos gusta le podemos dar un “reset” y comenzar más tarde el asunto?, no lo creo, por que ya no se enciende la máquina, nunca más, así que se tiran las cartas sin la opción de volverlas a tirar, se acabó todo, y finito.
Si tenemos algo los mortales (¿es que hay inmortales?) que es que creemos que hay otro lugar donde vamos, lo creemos, yo quiero creerlo, aunque no tengo motivos reales para saberlo a ciencia cierta, son más dudas que razones apuntadas, así las cosas señor Mariona, se que no entrará nunca más por la puerta del aula, cargando su computadora y viendo para otro lado con cara de yo no fui cuando le pregunte por Margaret Mead, pero así lo quiso y esta bien, tal vez nos hubiera dado unos días más para “ir pasandola”.
Como sea, que los días están lluviosos y asalta la tristeza, no quiero pensar en su mamá, por ella fue que se me hizo un nudo en la garganta cuando hablaba en el público, si y también, hay que decirlo, por tanto talento que se nos fue, y un poco por la juventud que no siguió cultivando, pero en fin, es decisión de cada quien.
Hasta siempre, Roberto Mariona
No tengo que detallar el dolor de su familia, quizás el modo, la praxis pudo haber variado, que no haya sido tan impactante, pero igual, le puedo asegurar que Gabriela ha estado todos estos días que no le pasa, aunque como dije, en la intervención en su funeral, que el tiempo lo va matando todo, lo disuelve, y lo disuelve a tal punto que en algunas décadas, probablemente ni nosotros seremos recordados, como dice Kroeber en sus famosos 18 puntos -acuerdese!!si me puso atención- que “la persona o el individuo no tiene valor histórico, salvo como ilustración”, así que en las mismas estamos, lo malo, es que no nos permitió seguirlo escuchandolo.
Queda inmortalizado en los canales del Youtube, hasta que algo suceda con nuestro mundo digital, que no le tengo tanta fe como el documento escrito o la tradición oral, hay que ver que la grabación no es tan buena, así me dijo cuando me pasó el link, hace algunos días, también queda su Facebook donde sus amigos lo han “taggeado” y han hecho comentarios como si usted los fuera a leer alguna vez, la muerte es una condición absoluta, irreversible, completa, y como dudo que exista una conexión en ultratumba, dudo que lo pueda leer alguna vez, así como no creo que lea este post, pero vamos, hagamos trizas nuestras posturas ideológicas y académicas, y sigamos jugando, usted como que lee y yo como que escribo para usted. La religión y la metafísica tienen función social, y como tal, lo hemos escrito -yo y sus cheros- para socializar nuestro dolor. Siendo nihilistas, nos hemos dado cuenta que si los dioses no existen, lo único que nos queda, somos nosotros mismos.
¿Pero quien sabe que estaba pasando por su cabeza señor Mariona?, mejor sería si hubiera seguido estudiando, tocando sus instrumentos de viento, y mostrándose incrédulo de los gobiernos, que era de izquierda, lo sé, se sorprendió cuando fuimos a ver el gane del frente, que no lo podía creer, a ver si no cree lo del golpe en Honduras, como se fue, ya no se dio cuenta, sabe entonces que se perdió de un buen relajo, que parece que no termina aun, por eso le digo ahora a pesar que es demasiado tarde, en cada vuelta de la esquina nos sorprende la incertidumbre.
Se hubiera esperado otro día hombre, y así paso a paso, hubiera dejando transcurrir los años, vea que el mismo desenlace le hubiera llegado por causas naturales, un poco más viejo quizás, pero al menos, se divertiría más.
¿O es acaso como un juego de vídeo?, ¿Que cuando ya no nos gusta le podemos dar un “reset” y comenzar más tarde el asunto?, no lo creo, por que ya no se enciende la máquina, nunca más, así que se tiran las cartas sin la opción de volverlas a tirar, se acabó todo, y finito.
Si tenemos algo los mortales (¿es que hay inmortales?) que es que creemos que hay otro lugar donde vamos, lo creemos, yo quiero creerlo, aunque no tengo motivos reales para saberlo a ciencia cierta, son más dudas que razones apuntadas, así las cosas señor Mariona, se que no entrará nunca más por la puerta del aula, cargando su computadora y viendo para otro lado con cara de yo no fui cuando le pregunte por Margaret Mead, pero así lo quiso y esta bien, tal vez nos hubiera dado unos días más para “ir pasandola”.
Como sea, que los días están lluviosos y asalta la tristeza, no quiero pensar en su mamá, por ella fue que se me hizo un nudo en la garganta cuando hablaba en el público, si y también, hay que decirlo, por tanto talento que se nos fue, y un poco por la juventud que no siguió cultivando, pero en fin, es decisión de cada quien.
Hasta siempre, Roberto Mariona
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