Friday, April 15, 2011

Ahora murió el hombre más viejo del mundo


Walter Breuning que nació el 21 de septiembre de 1896 y había vivido en tres siglos ( siglo XIX, XX,XXI) murió hoy de 114 años en su casa, ubicada en Montana, Estados Unidos.
El recordaba haber escuchado a su abuelo hablar de la Guerra Civil de los Estados Unidos y vivió la gran depresión de los años 30, cuando ya era todo un adulto, asimismo recordaba la Primera Guerra Mundial, y perfectamente la Segunda.
Según su criterio, el mejor presidente de los Estados Unidos fue Frankling D. Rooselvelt, quien gobernó desde 1933 hasta 1945, ganando cuatro elecciones consecutivas.
Trabajó cincuenta años como empleado de Great Northern Railway.

Monday, April 4, 2011

Dioses y Demonios



Seguramente usted, apreciable lector, cree en la existencia de seres sobrenaturales, una colección de personajes inmortales, en su mayoría invisibles y en ocasiones incorpóreos, que juegan con el destino de nosotros los mortales. Desde nuestro punto de vista humano, estos seres sufren continuamente alegrías y enojos, incluso pueden ser peligrosos y vengativos, pero también serviciales o benévolos.
No todas las culturas manejan la misma narrativa en esa colección de seres (panteón), tenemos el ejemplo de la mitología griega en donde los dioses tienen una dinámica tan particular que nos parecería una comedia moderna. Asimismo vemos luchas y apuestas entre ellos, tal es el caso de la narrativa de Job, en donde Yahvéh y Satanás llegan a un acuerdo y el primero permite que el segundo destruya la vida de Job, arruinando su patrimonio, enfermándolo y asesinando a su familia. 
En el caso de Job, aparte del terrible juego, notamos que entre estos seres mantienen entre sí una comunicación fluida, negocian y más allá de sus particulares batallas eternas,  llegan a acuerdos concretos. Y sobre todo, siendo uno (Yahvéh) que da el permiso al otro (Satanás), existe una jerarquía  en función a la administración cósmica, pero sobre todo a la administración humana, pues su ocupación habitual, sus fichas de juego o su principal clientela somos nosotros.
Cualquier negocio va a la quiebra sino llegan clientes, de no existir humanos, la función rectora o subversiva de dichos entes no tendría sentido, hasta cierto punto son prisioneros de nuestra existencia, un virus de computadora no funciona sin computadora, tampoco si está apagada, o se usa otro software. 
Las mitologías son cuestiones de mentalidades, a los cristianos poco les perturba que Alá prohíba dibujar a la figura de un animal o humano, y mucho menos les interesa las opiniones de Shivá en cuanto a no ser adorado, incluso en estos tiempos de apertura religiosa y de diversidad de pensamiento, vemos como en nuestra misma sociedad las mentalidades se contraponen. De sufrir un accidente un católico está dispuesto a una transfusión sanguínea mientras que un Testigo de Jehová  lo negará, según la interpretación a las prohibiciones que los Testigos hacen del libro sagrado.
En realidad estos seres sobrenaturales constituyen unidades que componen sistemas de creencias, ideologías y visiones de mundo,  personifican nuestra moral particular y colectiva,  le dan un sentido a nuestra organización social fundamentando nuestros roles sociales. Como diría Edward Tylor, son “nuestras causas personificadas”.

(Caricatura por Alberto Montt)

Saturday, April 2, 2011

Paricutín

Siendo un niño, un día de tantos me topé con un libro, era una de esas ediciones americanistas de mediados del siglo XX, llamada “Cultura y Espíritu”, en donde se publicaba una serie de relatos cortos de distintos temas, había artículos de arte, de ciencia, de historia, etc.  Entre todas las lecturas  hubo una en especial que me clavó en el primer momento que comencé a leerla,  contaba la historia de un campesino que un día de tantos notó que su siembra de maíz se le había marchitado; mejor dicho, su maizal se le había quemado, mientras investigaba el extraño cambio de su plantación sintió el suelo caliente, y luego un temblor, aterrorizado observó que la tierra había aparecido una grieta desde  donde emergió una bocanada de gas, era una fumarola.
Mientras los días pasaron la fumarola se transformó en un volcán, el cual escupía lava, ceniza y rocas, en poco tiempo los flujos volcánicos destruyeron el cercano pueblo de Paricutin  y al vecino San Juan  Parangaricutirimícuaro, ambos en el Estado de Michoacán en México.
El artículo me sorprendió, yo que he vivido toda la vida en una zona volcánica me doy cuenta las dimensiones que puede alcanzar un volcán, pero lo más impresionante sería ver emerger una enorme montaña humeante en un tiempo tan corto.  Desde entonces comencé a temer porque bajo el suelo de mi casa se elevara un volcán, ocasionándonos la ruina absoluta, una verdadera tontería tomando en cuenta la posibilidad que un Paricutin personal apareciera bajo mi cama; pero, ¿Quién juzga la mentalidad de un niño? Recuerdo que cada cierto tiempo tocaba el suelo y me tranquilizaba después de sentir que los ladrillos se mantenían frío, pasaron los años y de vez en cuando me acordaba el  remoto sueño de un volcán emergiera bajo mis pies.

Pero el martes pasado, cuando llegué a casa encontré que un tubo de hierro que sirve para demarcar un parqueo estaba tan inclinado como la Torre de Pisa, me sorprendió porque el dichoso tubo tiene casi 15 años de estar en ese lugar, y por su instalación y grosor parecía que nada en la tierra sería capaz de moverlo de su sitio y mucho menos inclinarlo. Me acerqué a verlo y noté que desde el suelo parecía emerger algo, estaba húmedo, y como no observé ningún fragmento de vidrio o alguna prueba física que me hiciera ver que se trataba de un accidente vehicular, entonces el viejo recuerdo del volcán de mis pesadillas se remontó desde el pasado. Coloqué mi mano en el suelo del parqueo y lo noté caliente, era obvio, la calle recibe la luz solar todo el día y es de esperarse que emita calor.
Supuse que la inclinación del tubo  o se estaba formando una cárcava del canal del agua de lluvias, o un volcán esta emergiendo en el parqueo de casa, suspiré preocupado.
El vacio en el estomago se me quitó dos días después cuando la señora la tienda de conveniencia de la zona me comentó que un camión no reparó en el tubo del parqueo y se había estrellado, encorvándolo.
Suspiré aliviado, no fue el volcán.
Por ahora.