Tuesday, July 19, 2011

Cuando piense en El Salvador, piense en Surf


Quizás El Salvador le huele a pandilla, le huele a violencia, peligro o asesinato, es casi todo lo que usted puede ver en las noticias, pero si lo piensa bien, es como pensar que en Argentina la gente todo el tiempo se la pasa bailando tango o que los españoles se la pasan en corridas de toros; es decir, de hacerlo lo hacen, pero no todo el tiempo ni todo el mundo.
En este tipo de cuestiones nada es blanco o negro, es mucho gris, existen zonas en El Salvador que son muy tranquilas, no hay asaltos, ni pandillas y el último asesinato ni se recuerda; claro, existen problemas, todos los países los tienen, quien tire la primera piedra notará que tiene techo de vidrio.  
No crea en prejuicios según nacionalidad, no todos los colombianos son narcotraficantes, ni todos los italianos son mafiosos, ni todos los musulmanes son terroristas, hay mafiosos, narcos y terroristas de todas las nacionalidades y etnias; es decir, que no todos los salvadoreños son pandilleros; por cierto, un dato, la pandilla o “mara” es  producto de  Los Ángeles, y desde los noventas se replicó en toda Centroamérica y México. Sea  por estupidez, por indiferencia o malicia los gobiernos no hicieron mucho desde esas fechas y de cierta forma crecieron.
Quizás usted no sea surfista, de no serlo, este será un dato interesante nada más, casi de cultura general: El Salvador tiene de las mejores playas para surfear en el pacífico americano. El litoral y la forma de las playas han favorecido al país con unas olas excelentes, y por lo menos existe una ola que cierra hacia la derecha por varios segundos y que la hacen apetecible a cualquiera que le guste ese deporte.
No encontrará otro lugar así, quizás más al sur o más al norte disfruten de buenas playas, con olas muy buenas, pero en esas latitudes el agua se encuentra tan fría que será necesario utilizar traje térmico, y vaya que es un problema meterse en el agua con esas temperaturas, mientras que en El Salvador el agua muestra una temperatura perfecta, es caliente en todo el año, sea diciembre o marzo, el agua siempre está en buen punto y le invita a entrar,  el clima es veraniego y no falta el sol, la arena y la brisa marina.

Es preciso buscar una playa adecuada para ese deporte, aquí le dejo un listado de las mejores playas para que vea cual le conviene, en el remoto caso que usted sea un surfeador, le servirá. Si no lo es, igual, la costa es agradable y es muy recomendable, no encontrará las grandes aglomeraciones de personas tomando el sol frente a una playa con agua helada, o un sitio lleno de casinos y grandes edificios, ni una aburrida playa sin oleaje. Aquí es un poco diferente, son bellísimos paisajes, con pequeños y medianos hoteles accesibles y frente al mar, desde donde seguramente escuchará el rugido de las olas rompiendo nítidas y en orden, una y otra vez, sobre un grandioso mar de arenas negras y azul profundo.

Monday, July 11, 2011

Facundo Cabral

Las primera horas del sábado pasé trabajando en un análisis sobre la vivienda en El Salvador, era una especie de ensayo que lo trabajaba con otro colega, tuve tiempo para dormir unas horas, pero a buenas seis de la mañana mientras estaba revisando el texto, me di cuenta de la noticia del asesinato de Facundo Cabral en la ciudad de Guatemala.
Me quedé congelado, pues Facundo ha sido una persona que desde adolecente estuvo dentro de mis gustos musicales, me llegó por medio de Alberto Cortez, cuando a finales de los ochenta y principio de los noventas escuchaba su música en casetes en una pequeña grabadora Sanyo, que dio paso a un equipo de sonido Sony de doble casetera, con disco de vinil y lector de CD.
A finales de los noventa, por x o y razones terminé trabajando en una línea aérea (un día escribiré al respecto) pude conocer en persona a Facundo, él salía de El Salvador, luego de ofrecernos un concierto junto a Alberto Cortez al cual asistí.
A Cortez lo noté muy cansado, creo que estaba enfermo o algo así y me pareció con sobrepeso, él muy amable, me dio un autógrafo y le dije lo mucho que admiraba, con Facundo fue diferente, mientras esperábamos el avión nos apartamos de la sala y platicamos casi por 30 minutos, sobre lo que hacía, sobre lo que yo estudiaba (entonces iba a comenzar  Antropología) , sobre la vida, el futuro, del sistema de cosas, etc.
Fue una belleza platicar con Facundo Cabral, antes de irse me dijo que me daba un autógrafo, pensé en darle un papel que me durara por siempre, y le di mi cédula (una libretita de identificación personal) y me le escribió “Facundo” y nada más, subió a su avión y se fue.
Dos años después desaparecería la cédula, reemplazada por el Documento Único de Identidad DUI, y el día que la cambié la dichosa cédula, el burócrata que me atendió me preguntó que quien había manchado la cédula en la página 10, le dije que era un autógrafo de Facundo Cabral, lo que me ganó una reprimenda por parte del funcionario, me dijo que la cédula (cosa que pasaría a ser destruida) no era para andarla manchando pues era un documento legal que perdía validez en cuanto se alterara, y esa “mancha” era una alteración que tenía que ser avalada por un notario y bla, bla, bla.
Luego de varios minutos accedieron a darme mi DUI, he olvidado si me devolvieron o me decomisaron la cédula, creo que fue lo último, me da cierto malestar pensar que el burócrata se quedó con ella destruyendo para siempre el autógrafo de Facundo, aunque pensándolo mejor, ahora el autógrafo no tiene mayor sentido que ser una curiosidad; de hecho, no lo lamento, porque lo que realmente he valorado durante todos estos años fueron los treinta minutos que pude hablar a solas con ese gran maestro.
Lo mataron, de una forma tan vil, tan canalla que me da asco solo de pensar en sus asesinos, murió en manos de la lacra que por ahora destripa a nuestros pueblos mesoamericanos, que compra funcionarios y los corrompe, que lava dinero, que secuestra y contrabandea narcóticos. 
Su muerte representará algo, tengo fe que su asesinato será un parte aguas en Guatemala, tengo fue que habrá un antes y un después de su muerte, los niveles de violencia en el triangulo norte de Centroamérica y en México están llegando a unos niveles insostenibles y es preciso hacer algo, esto simplemente no puede ser, no es cosa de Guatemala, no es cosa de los “chapines”, el terror y el asesinato es transnacional, es una lacra que contamina buena parte de los países de América, desde Colombia hasta los Estados Unidos, incluyendo el Caribe, estamos tristemente metidos en una guerra, de la cual ya han matado a cientos de personas, y el sábado cometieron un crimen atroz, asesinaron a un hombre bueno, de paz, a un poeta…
Un día, no recuerdo adonde, leí lo siguiente: “malditos sean los que maten a un poeta”, ojalá y esta frase les resuene en los oídos a estos canallas asesinos.

Para los interesados, pueden ver una entrevista a Facundo grabado por CNN en español aquí

Monday, July 4, 2011

Ojos Azules

Entro en un elevador de un centro comercial, me voy al fondo y me apoyo contra la pared, inmediatamente entran dos mujeres, una lleva una bebé que no llegará ni a los ocho meses, la acarrea en un cochecito, la madre tienen talle de extranjera, con seguridad europea, se agacha le dice algo a su hija en otro idioma, pero no logro comprender la lengua, apenas le susurró al oído a la niña.
La otra mujer es salvadoreña, al entrar al elevador hablaba por teléfono, dejó de hablar, parece que se le cortó la señal cuando las puertas se cerraron.
Mientras descendíamos de piso a piso noté que la niña me observaba con unos enormes ojos azules, que contrastaban con una carita blanca y una inocente risa, me dio ternura y le contesté su agradable e infantil gesto con otra sonrisa.
El ascensor se detuvo en el primer piso, abrió sus puertas y la madre empujó el cochecito con el bebé afuera, yo y la otra mujer nos quedamos, vamos al sótano, cuando la puerta se cerró, la mujer inmediatamente me dijo:

-Los ojos de esa niña eran bellísimos!,- me doy cuenta que lleva unos lentes de contacto café claro que le dan una mirada un tanto artificial.
-¿Usted cree?, ¿le gusta los ojos color azul? – le pregunto
-Sí, muchísimo, esa gente, es la mejor raza

En su afirmación gritaron siglos de estructuras coloniales y años de blanqueamiento, blanqueamiento que contradictoriamente se afirmó aun más cuando fuimos república, negamos cualquier resquicio de lo indígena, y borramos de una vez y para siempre lo africano.
Queremos ser modernos, ergo, en función al progreso queremos ser cualquier cosa menos nosotros mismos, negamos nuestro pasado y construimos el futuro con vacíos existenciales, por eso lo único que nos ha quedado es el simulacro, la artificialidad, la falsedad y los lentes de contacto de colores.