George Floyd es un hombre negro de 46 años que está en el suelo, se encuentra boca abajo y ruega por su vida, apenas logra quejarse que no puede respirar y de hecho no puede porque se lo impidió la rodilla izquierda del oficial de policía Derek Chauvin, quien ha dejado caer todo su peso en el cuello de Floyd. A Chauvin le ayudan otros dos oficiales que le sujetan los brazos y las piernas a Floyd, así que el hombre está inmovilizado y no tiene ninguna otra opción más que suplicar por un poco de aire.
La gente que transita por la Chicago Avenue y la East 38th Street de Minneapolis, el escenario del hecho en cuestión, también se dan cuenta que Floyd está en peligro, así que comienzan a reclamarle a Chauvin; pero otro policía, Tou Thao, se planta en medio y les impide actuar. Los aparta, los intimida y los mantiene a cierta distancia, la gente obedece pero siguen reclamando y algunos utilizan la única arma que poseen: documentan el hecho grabando un video con sus teléfonos celulares.
Mostrando un total desprecio por la vida, Derek Chavuin seguirá clavando su rodilla sobre el cuello de George Floyd hasta matarlo, así que cuando los paramédicos llegan a levantar el cuerpo habrán pasado ocho minutos y cuarenta y seis segundos. En ningún momento de todos esos minutos y segundos el policía consideró a bien quitar su rodilla del cuello del detenido, sea porque no lo pensó, o porque no le importó o porque estaba poseído por una sádica furia que los policías blancos parecen activar cuando actúan contra las minorías; sí, olvidé mencionarles que Chauvin es blanco, aunque para estas alturas ya lo saben puesto que esta tragedia ha superado en indignación pública a todos los demás casos donde cuerpos policíacos estadounidenses actúan de forma violenta.
La gente que grabó el video de la muerte de Floyd, aquellos que Tou Thao estúpidamente pretendió mantener lejos, compartieron el video en redes sociales y en pocas horas millones de personas en todo el mundo observaron como un George Floyd era asesinado por Derek Chauvin. Fue asesinado al ser arrestado, y ni siquiera por oponerse al arresto, porque las filmaciones que han comenzado a hacerse públicas solo presentan a Floyd que se cae cuando los oficiales pretenden meterlo dentro de la patrulla; capturado por cierto, porque presuntamente estuvo involucrado en el uso de un billete falso de $20.
Las imágenes son espantosas, sobre todo cuando uno pertenece a una minoría en este país donde tener un acento diferente o un color de piel un tanto más oscura del que tenían los padres fundadores ya es visto con sospecha. Si uno hace un ejercicio mental y se coloca en la misma situación que tuvo Floyd solo hay horror al imaginarse sentir la presión de una rodilla en la garganta, luego imaginarse el pánico que uno debe sentir cuando se va escapando la vida, que hace menos de cinco minutos estaba en mi automóvil, tranquilo, pensando en mis cosas y mis planes para la noche, quizás comer una deliciosa pizza o ver aquella serie que tengo pendiente en Netflix y ahora aquí estoy muriendo, se me va oscureciendo todo y las voces de la gente que piden por mi se hacen cada vez más distantes. Que la tarde de inicios de verano pintaba bien, hasta hermosa se veía y ahora aquí estoy agonizando porque de pronto aparecieron estos policías reclamándome por un billete falso que yo ni se, y sin mediar palabra me han bajado de mi camioneta, para colocarme unas las esposas en mis muñecas y me llevaron a empujones hasta donde he caído y donde estos desquiciados con placa me están matando.
Y se me va la vida, así que ya no me queda más remedio que invocar a mi mamá ya fallecida.
“Momma! I’m through”.
¿Qué demonios le pasó a Derek Chauvin por la cabeza que no reaccionó a los reclamos de Floyd? Cualquiera en sus cabales sabe que colocar la rodilla en la garganta a otra persona trae consigo la asfixia y por ende la muerte. Las respuestas a la pregunta podrían ser variadas, una es que Chavuin hizo un mal procedimiento al arrestarlo y que a pesar que tuvo minutos para reaccionar no lo hizo, pero la respuesta del mal procedimiento queda descartada porque tuvo tiempo para considerar que actuaba mal y en lugar de acomodar su rodilla aprisionó más el cuello de Floyd y se le ve en los videos comprobando que la condición de Floyd sin importarle un comino. Quizás Chauvin es posiblemente psicópata a quien no le importan las demás personas y tiene un total desprecio cuando actúa contra grupos que el considera objetivo para enfocar su poder, odio y brutalidad.
La brutalidad policial es un hecho cotidiano en Estados Unidos y es sobre todo ejercida contra afroamericanos y particularmente contra hombres negros. Así que hay toda una larga historia detrás de Chauvin que le dan fundamento a la acción que lo llevó a asfixiar a un hombre negro, es fundamento que no solo pasa por el ejercicio del poder sino visiones de desprecio a otros grupos por el color de la piel, dicho en otras palabras, racismo puro y duro.
Eso explica porque el objetivo de los policías parece ensañarse particularmente contra hombres negros.
Pero como es de esperar, siempre hay voces de discordia que piensan que la brutalidad policial contra los negros es un mito y que las actitudes y los reclamos de estas comunidades son puros cuentos. Una de las más célebres personajes es Heather Mac Donald quien piensa que no existe tal cosa como un policía racista o que la brutalidad policial en los Estados Unidos son casos especiales. Ella se presenta como pro policía y está a favor que las instituciones de seguridad actúen a partir de un perfil particular; es decir, si me ven hablando español por ahí que me pidan la prueba de mi ciudadanía o la residencia, si ven a un negro condiciendo un automóvil está bien que lo registren minuciosamente, o que los policías actúen al menor movimiento del investigado, es decir que lo dejen como un colador al soltarle toda las municiones de sus armas por el solo hecho de rascarse la nariz cuando le están cuestionando algo.
A este punto no me tomaré la molestia en señalar el color de piel y la clase social a la cual pertenece Heather Mac Donald, es casi una obviedad.
Pero regresemos a los videos de las personas a las cuales mantenía a raya Tou Thao. Estos grabaciones se viralizaron en redes sociales e hicieron explotar el polvorín que se ha ido gestando todos estos años en los Estados Unidos y que parece que nada cambia a pesar de tantos muertos, heridos o golpeados por policías. Los políticos se asustaron porque nunca antes en toda la historia de este país las cosas se pusieron tan serias puesto que de las manifestaciones que comenzaron en algunos casos se degeneraron en pillaje y saqueo.
En Minneapolis la gente rodeó el tercer precinto de policía y la quemó, también se enfrentó contra la policía y la Guardia Nacional, las mismas situaciones comenzaron a replicarse en casi todas las ciudades de Estados Unidos. En Washington DC una furiosa multitud rodeó la Casa Blanca a tal punto que tuvieron que tomar medidas de emergencia, apagar las luces que iluminan al edificio y al parecer llevaron a Trump a un refugio subterráneo.
En New York hubo manifestaciones que terminaron en trifulcas masivas, saqueos y destrucción de muchísimos comercios del Midtown, Downtown y el Bronx. La explosión social ha llegado a tal extremo que el alcalde Bill de Blasio ha instaurado un toque de queda en Manhattan desde las 8pm a las 5am.
Pero la gente se opuso y el mismo día que comenzó el toque de queda salieron a protestar multitudes y marchar en las calles para dejar claro que la muerte de George Floyd es el colmo de los colmos, salieron todavía con el peligro de contagiarse por el coronavirus que está a punto de mermar. Esa noche mientras veía las noticias sobre lo que ocurría en diferentes lugares de la ciudad escuché un griterío en la calle, me asomé por la ventana, luego bajé a la puerta del edificio y vi de lejos que iba una manifestación caminando en la calle del otro lado del parquecito que tengo enfrente. Gritaban algo que no comprendí, pero seguro eran consignas que repetían una y otra vez, detrás iban varias patrullas de la NYPD con luces encendidas dispuestas a actuar en cualquier momento. En ese momento noté que todos los vecinos de los apartamentos contiguos a mi edificio se asomaron por las ventanas con aquella misma curiosidad que me hizo salir a ver, también varios de mis vecinos me acompañaron a la calle, familias diversas, blancas, negras, latinas…
Y ahí comenzaron a gritar desde las ventanas: Black Lives Matter!
Intersección de Chicago Avenue y E. 38th Street el 30 de mayo 2020. Floyd fue asesinado a la izquierda de Cup Foods. Imagen por Fibonacci Blue, Creative Commons Attribution 2.0 Generic license.