Terco, necio e intelectualmente ambicioso, así fue descrito Herbert Spencer en más de una ocasión. Era un inglés nacido en Derby en 1820 que se dedicó por muchos años a la construcción ferroviaria y luego a la política y hasta periodísmo. Spencer dedicó gran parte de su vida en preguntarse cual era la función del estado y las relaciones que este tenía con la iglesia.
Spencer tenía la idea que el sufragio debería de ser universal; es decir para todos...y para todas, cosa que actualmente lo damos por sentado. En la época de Spencer, las mujeres simplemente no votaban, ahora lo hacen, luego de las luchas a inicios del siglo XX.
Visto desde nuestro lente, Spencer parecería un liberal, de hecho lo era, en su primer libro indica que todo hombre debe de tener la libertad para hacer todo lo que desea mientras no infrinja la igual libertad de cualquier otro hombre, y que el estado debería de tener funciones limitadas, apenas domésticas y protección extranjera.Por cierto fue Spencer y no Darwin el que formuló aquella tesis del "sobrevivencia para el más dotado", también que "el progreso no es un accidente, sino una necesidad".
Gran defensor de Carlos Darwin, escribió algo de biología junto a Thomas Huxley, que prácticamente planteaban que es el medio ambiente el que influenciaba directamente a los organismos.
"Principios de la sociología" es un tratado interesante, que se publicó en una serie de volúmenes desde 1877 hasta 1896, donde propone que las sociedades funcionan como un organismo, tal y como lo haría un cuerpo vivo, que crece continuamente aumentando su estructura.
La analogía entre lo orgánico y lo social que Spencer señala, solamente indica la necesidad innata que tenían en su tiempo los estudiosos de "estas cuestiones humanas" que ahora llamamos culturales y sociales, trataban de entender el mundo de lo social, tal y como pueden estudiar una estrella o un organismo, buscándole leyes y cuantificando elementos.
No es tan simple ni tan sencillo entender a los grupos sociales como las ciencias naturales entienden el movimiento galáctico o la mitosis, los termómetros culturales no se miden ni en Celsius ni en Fahrenheit y lo peor a veces la temperatura no es la que esperamos.Spencer es el indicador de lo tanto que las antropologías y las sociologías vieron en la naturaleza positiva la necesidad de resolver sus problemas. Aquí lo vemos, al inicio del blog con su mirada y su barba que nos recuerda a los lectores de ciencia ficción a Isaac Asimov, y abajo una caricatura, en donde demuestra su carácter un poco irritable.
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