En el valle de Zapotitán, a unos 20 minutos de San Salvador viajando en la carretera a Santa Ana, existe un sitio arqueológico llamado "San Andrés", en realidad en todo el valle se pueden encontrar vestigios culturales antiguos; hace cientos de años, el lugar que ahora ocupan siembras, zonas industriales y algunas casas eran pequeñas lagunas y humedales.
San Andrés posee ahora un inusitado desarrollo, ahora que esta siendo manejado por la Fundación Arqueológica FUNDAR, se esta excavando un túnel bajo las lozas de la plaza central, en donde se ha encontrado la osamenta de un felino seguramente sacrificado.
El lugar posee un museo, que asumo lo están reparando, había sido descuidado por la anterior administración, ahí se encuentra el cráneo de un antiguo morador del sitio. Dos cosas son importantes de este cráneo, la primera son sus incrustaciones dentales y la segunda su deformación craneal la cual es típica de Mayas, pero que seguramente fue un rasgo cultural que compartía toda la región.
Era considerado un signo de belleza tener la frente plana, esta deformación se lograba sujetando la cabeza de los niños entre un par de tablas planas, una detrás de la cabeza y otra enfrente, se debajan las tablillas un par de dias, después de lo cual quedaba la cabeza plana por el resto de la vida. Las representaciones pictóricas mayas demuestran que era una práctica muy popular, la cual seguramente todos los nobles deseaban tener.
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