De los migrantes siempre se piensa en Tijuana y en el muro que separa EEUU de México; claro!, para los migrantes que provienen de México esa es su frontera, pero para el resto de la humanidad pobre que vive al sur del sur, todo México es una suerte de frontera y no muy agradabe por cierto.
Estoy en una ruta del migrante, como parte de un estudio de migraciones internacionales de centroamericanos hacia diferentes partes del mundo, este año se desarrolla la frontera sur de México, desde el 2005 -después de la tormenta Stan- se visibilizó el drama que todos los centroamericanos que pasan por aqui sufren, son presa de ladrones, pandilleros, asesinos, violadores, coyotes, policías (Federales, Judiciales, Municipales..etc), bandas organizadas, bandas de narcos, estafadores, malos comerciantes y los últimos meses parece que "los zetas" ya andan por aqui.
El sur de Chiapas es caliente, con una flora muy parecida a los paises centroamericanos, uno parece que continúa en centroamerica, Tapachula es sofocante, a menos de 30 kilómetros de Guatemala es una ciudad relativamente grande, un pueblón podría decirse, donde la mayoría de gente parece desconocer -o no desean hacerlo- de la numerosa cantidad de personas que por aquí pasan.
Ciudad Hidalgo está más al sur, casi costera, construída junto a la frontera que en este caso no es una línea imaginaria, la frontera es el río Suchiate que varía su ancho de acuerdo a la época de lluvias. Ciudad Hidalgo es una ciudad polvorosa, caliente y sospechosa, la trampa está a la orden del día -como los visitantes centroamericanos que cambian dólares en Electra a X cantidad de pesos por dólares, pero misteriosamente durante la transacción el dolar cae un par de centavos (que robo!)- ventas ambulantes y un puesto fronterizo institucional entre Guatemala y México con oficinas, puentes, pasos de peatones, semáforos y registros y una fronteta popular, separada de la institucional por menos de medio kilómetro, donde el único requisito es dar 20 pesos y subirse a una balsa para pasar de un país a otro, sin trabas de sellos, ni pasaportes, ni pase por aquí, ni llene este formulario, ni a ver su visa ni nada de eso. Me dicen que día con día, desde hace más de 200 años la gente se ha pasado así de un lado del río a otro, antes que México y Guatemala se les ocurriera formar estados modernos. Del lado mexicano una capillita a la Virgen de Guadalupe recibe al que viene de Guatemala y una cruz blanca, hecha de tubos de hierro recibe al visitante que viene de México.
El paso es rápido, menos de 5 minutos uno está al otro lado, el sol y el calor parecen romperle a uno la cabeza, la gente no se detiene, suben a las balsas, cajas, bolsas, niños, juguetes, chiles, verduras...lo que sea. El trajín es constante y no se detiene, y por lo visto no se detendrá, ese río es el inicio de la frontera sur...
El sur de Chiapas es caliente, con una flora muy parecida a los paises centroamericanos, uno parece que continúa en centroamerica, Tapachula es sofocante, a menos de 30 kilómetros de Guatemala es una ciudad relativamente grande, un pueblón podría decirse, donde la mayoría de gente parece desconocer -o no desean hacerlo- de la numerosa cantidad de personas que por aquí pasan.
Ciudad Hidalgo está más al sur, casi costera, construída junto a la frontera que en este caso no es una línea imaginaria, la frontera es el río Suchiate que varía su ancho de acuerdo a la época de lluvias. Ciudad Hidalgo es una ciudad polvorosa, caliente y sospechosa, la trampa está a la orden del día -como los visitantes centroamericanos que cambian dólares en Electra a X cantidad de pesos por dólares, pero misteriosamente durante la transacción el dolar cae un par de centavos (que robo!)- ventas ambulantes y un puesto fronterizo institucional entre Guatemala y México con oficinas, puentes, pasos de peatones, semáforos y registros y una fronteta popular, separada de la institucional por menos de medio kilómetro, donde el único requisito es dar 20 pesos y subirse a una balsa para pasar de un país a otro, sin trabas de sellos, ni pasaportes, ni pase por aquí, ni llene este formulario, ni a ver su visa ni nada de eso. Me dicen que día con día, desde hace más de 200 años la gente se ha pasado así de un lado del río a otro, antes que México y Guatemala se les ocurriera formar estados modernos. Del lado mexicano una capillita a la Virgen de Guadalupe recibe al que viene de Guatemala y una cruz blanca, hecha de tubos de hierro recibe al visitante que viene de México.
El paso es rápido, menos de 5 minutos uno está al otro lado, el sol y el calor parecen romperle a uno la cabeza, la gente no se detiene, suben a las balsas, cajas, bolsas, niños, juguetes, chiles, verduras...lo que sea. El trajín es constante y no se detiene, y por lo visto no se detendrá, ese río es el inicio de la frontera sur...
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