La guerra civil de los Estados Unidos ocurrió entre los años 1861 y 1865, dejó más de 600,000 soldados muertos (de ambos bandos), cientos de miles de heridos y una infraestructura completamente destruida. Se desarrollaron armas para mejora la eficiencia de matar, por primera se utilizaron submarinos, barcos acorazados y ametralladoras (aunque no se utilizó porque los militares de entonces la consideraron un arma demasiado mortífera para usarla, ¡eran otros tiempos!). La guerra de secesión (también se le conoce de por ese nombre) fue protagonizada por los Estados del Norte, los cuales son llamados la Unión y los Estados del Sur, conocidos como los Confederados.
Los motivos reales de la guerra datan del siglo XVIII, una época conocida como el Siglo de las Luces o la Ilustración, fue cuando las ideas liberales comenzaron a fraguarse, sin dichas ideas sería impensable la existencia de las repúblicas liberales y jamás hubieras surgido figuras como Napoleón, Carlos Marx o Adam Smith. Obviedades que hoy en día damos por sentado en esas épocas fueron revolucionarias, si usted cree que cuando muera debe de ser sepultado en un cementerio, considera la esclavitud como una inmoralidad, acepta respetar los diferentes credos, acepta el matrimonio civil y cree que usted tiene derecho a optar a un cargo público sin pertenecer a la nobleza, pues entonces usted, en el siglo XIX sería un liberal.
Se considera a John Locke y su publicación “Ensayo sobre el entendimiento humano” (1690) el fundador de liberalismo, ese fue el germen que fecundó la Constitución de los Estados Unidos (1787), ley fundamental que definió la vida de la nación norteamericana, considerada –desde el aspecto político- una de las obras maestras de la humanidad.
A pesar de ello, la misma constitución tenía ciertos problemas y la guerra se fraguó al calor de dichas arbitrariedades, nunca hubo acuerdos en relación a los derechos que tenía cada Estado con el Gobierno Federal. También se discutía el tema de la esclavitud, había un choque de opiniones en relación con el tema económico entre el Norte y el Sur, el Sur se quejaba que el Norte era prepotente y los políticos sureños sentían que perdían el control cuando tenían sobre ellos un gobierno federal todopoderoso.
Anular la unión fue un tema recurrente desde la independencia hasta los 1860’s, así también el problema de la esclavitud, que cada año parecía hacerse más complejo, la suma de todos los desacuerdos entre las partes lo personificó Abraham Lincoln, quien tenía en su agenda política la liberación de los esclavos, a pesar que una vez que tomó posesión dejó muy en claro que lo importante era la unión de los Estados, más allá de la liberación de los esclavos, fue muy claro en su discurso de la toma de posesión “No tengo intención de intervenir directa o indirectamente en el asunto de la esclavitud en los estados donde existe, pues no creo que tenga derecho para hacerlo, ni me inclino tampoco a ello”.
Lincoln ni siquiera había tomado el cargo cuando siete Estados del Sur ya habían declarado en rebeldía, y cuando tomó posesión, otros cuatro se declararon desobedientes. Rota la unión los rebeldes fundaron los Estados Confederados de América, con un gobierno espurio elaboraron una constitución acorde a sus intereses.
Las cartas estaban sobre la mesa, el Fuerte Sumter en Carolina del Sur fue sitiado por fuerzas sureñas exigiendo la retirada del ejército de los Estados Unidos, al negarse estos últimos, comenzó el cañoneo hacia las instalaciones.
Eran las 4:30 del 12 de abril de 1861, iniciaba la guerra civil.