En la entrada "Pensar para hacer millonario a alguien" algunos distinguidos lectores emitieron su opinión certera sobre la vida cotidiana de hoy en día en corporaciones y empresas privadas, vida que llega a asustar y que nos presenta como puede ser de injusta la relación entre los trabajadores y las empresas.
Uno de estos temas son las "horas extras", hace 11 años comencé a laborar para una línea aerea, en el área de servicio al cliente y esta empresa lograba un pago bastante eficiente y justo para todos aquellos empleados que trabajaban un poco más de sus 8 horas laborales diarias, y al 200% si se trabajaba extra durante las días feriados. Con el tiempo se emitieron algunas ordenanzas desde las áreas administrativas con la orden de "cero horas extras" y como la gente estaba acostumbrada al pago de extras pues simplemente ya no había mayor colaboración, que era lo justo, si la empresa vende 150 asientos en los aviones, pues trata de vendelos todos y no vende 100 y regala los 50 que sobran, siendo así el empleado no tendría que regalar sus horas fuera del horario pactado en un contrato, de lo contrario caeríamos en una injusta relación donde uno de los lados sería el mayor beneficiado. En 1920 uno de los fundadores de la Administración de empresas, un tipo llamado Henry Fayol, consideró que uno de los principios fundamentales de la administración es la subordinación del personal; es decir, por encima de los intereses personales de los empleados estan los de la empresa.
Entendiendo lo anterior se comprende como la sección administradora de la linea aerea consideró a bien retirar las horas extras de las planillas de empleados; sin embargo, era como arar en el mar, la rotación del personal era tal que siempre era necesario un resfuerzo de gente y la gerencia del aeropuerto se veía obligada a pagar extras. Con el tiempo pasé al area administrativa, donde las horas extras son simplemente un concepto, todo por la culpa de ser "de confianza"; al menos, el sitio donde estaba el jefe era lo suficientemente decente para no obligar a los empleados a quedarse un poco más de la hora de salida, lo mismo ocurría con los días libres, si se atendía a las labores de la empresa, se pagaban en días compensatorios.
Lo triste fue cuando cambié de la dirección de servicio al cliente y pasé -por accidente- al área financiera, ahi la cuestón era otra, a tal punto que el jefe nos decía que se "ve mal salir a la hora de salida", dicho en otra cosa, dentro de las venas del jefe corría la sangre de Fayol, lo que nunca pude entender, era como el jefe siendo también un empleado más, atentaba contra si mismo.
Como dije antes, pero ahora lo matizo de otra forma, el éxito del lobo es lograr que las ovejas se maten entre ellas mismas, para ir a recoger las carnes y solo devorarlas.
Uno de estos temas son las "horas extras", hace 11 años comencé a laborar para una línea aerea, en el área de servicio al cliente y esta empresa lograba un pago bastante eficiente y justo para todos aquellos empleados que trabajaban un poco más de sus 8 horas laborales diarias, y al 200% si se trabajaba extra durante las días feriados. Con el tiempo se emitieron algunas ordenanzas desde las áreas administrativas con la orden de "cero horas extras" y como la gente estaba acostumbrada al pago de extras pues simplemente ya no había mayor colaboración, que era lo justo, si la empresa vende 150 asientos en los aviones, pues trata de vendelos todos y no vende 100 y regala los 50 que sobran, siendo así el empleado no tendría que regalar sus horas fuera del horario pactado en un contrato, de lo contrario caeríamos en una injusta relación donde uno de los lados sería el mayor beneficiado. En 1920 uno de los fundadores de la Administración de empresas, un tipo llamado Henry Fayol, consideró que uno de los principios fundamentales de la administración es la subordinación del personal; es decir, por encima de los intereses personales de los empleados estan los de la empresa.
Entendiendo lo anterior se comprende como la sección administradora de la linea aerea consideró a bien retirar las horas extras de las planillas de empleados; sin embargo, era como arar en el mar, la rotación del personal era tal que siempre era necesario un resfuerzo de gente y la gerencia del aeropuerto se veía obligada a pagar extras. Con el tiempo pasé al area administrativa, donde las horas extras son simplemente un concepto, todo por la culpa de ser "de confianza"; al menos, el sitio donde estaba el jefe era lo suficientemente decente para no obligar a los empleados a quedarse un poco más de la hora de salida, lo mismo ocurría con los días libres, si se atendía a las labores de la empresa, se pagaban en días compensatorios.
Lo triste fue cuando cambié de la dirección de servicio al cliente y pasé -por accidente- al área financiera, ahi la cuestón era otra, a tal punto que el jefe nos decía que se "ve mal salir a la hora de salida", dicho en otra cosa, dentro de las venas del jefe corría la sangre de Fayol, lo que nunca pude entender, era como el jefe siendo también un empleado más, atentaba contra si mismo.
Como dije antes, pero ahora lo matizo de otra forma, el éxito del lobo es lograr que las ovejas se maten entre ellas mismas, para ir a recoger las carnes y solo devorarlas.
2 comments:
Creo que no tendré horas extras.
Por estos lados del mundo las cosas son sensiblemente distintas, y la cuestion de "horas extras" o "pluses por metas" son la cereza sobre la tarta.
Para suerte de la mayoria de los Españoles el famoso "Conevio de los trabajadores" todavía protege a los empleados contra la voracidad de los empresarios/empresas y otorga un paquete de prestaciones por la gran mayoria de extras que uno como empleado realiza.
A la hora de salida es dando la hora en punto (y como se dice por aqui) todos a tomar por Q-lo y nadie se mosquea; se cumple religiosamente con los horarios y quien se queda mas del tiempo hasta pasa por maje... claro de cuando en cuando hay urgencias y te toca quedarte un par de horas adicionales, pero eso sucede en todos los trabajos.
Lo que me parece sorprendente es que todavía con la gran cantidad de prestaciones, bonos y pluses que reciben los trabajadores asalariados españoles, estos todavía se quejen de algunas cosas que me parecen risibles y que me limitan a pensar en aquello que nunca se puede quedar bien con nadie.
Viniendo del sistema laboral de El Salvador al Español si siento (y agradezco) la diferencia que existe en la forma en que "el sistema" tiene mecanismos y acciones que van centrados a dar una seguiridad y protección a nosotros los trabajadores y desearía que así fuese también en El Salvador... pero creo que si algún día llegara alguien a proponer este modelo los empresarios lo intentarian matar o amenazarían con irse del país.
Hasta luego Lucas...
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