Los que creen que la ciencia es ajena a la literatura están equivocados.
No mencionaré los artículos científicos o “papers” publicados en revistas especializadas que por su forma de tratar las temáticas de investigación, circulan por otros mundos un tanto alejados de la literatura. A pesar que dichos documentos utilizan textos y símbolos para lograr narrativas, lo escrito dista de un poema, cuento o novela; Que conste, para un científico la publicación es fundamental en su vida profesional, de ese modo las investigaciones se cristalizan y los esfuerzos no quedan en meros intentos, la publicación es el paso final de una investigación.
Resuelto lo anterior, ¿Cuál es la participación de la ciencia en la literatura?: Desde mi punto de vista participa en dos grandes territorios: la literatura de Divulgación Científica y la Ciencia Ficción.
La Divulgación Científica
De divulgación existen artículos en periódicos y revistas, que de una u otra forma tratan de explicar un tema, lo cual es un reto, es difícil expresar en palabras sencillas una complejidad científica. Algunos medios se ahorran tiempo y cerebro publicando directamente un cable internacional donde se comunica el último avance científico o un descubrimiento; Sin embargo, los famosos cables no poseen siempre una buena calidad y terminan enredando al lector. En el 2003 un cable internacional provocó una confusión con el acercamiento de Marte, la información indicaba que el planeta rojo se vería del tamaño de la luna, así que cientos de miles de personas se creyeron la información equivocada y salieron a las calles para tratar de ver a Marte del tamaño de la Luna. Para rematar, todos los años después del 2003, aparece el mismo cable en forma de cadenas de correos electrónicos desinformando a la gente y alimentando con miles de direcciones de correos electrónicos a los hackers.
Existen buenas revistas de divulgación, en los años ochenta estuvo de moda “Muy Interesante”, en El Salvador era posible obtenerla en quioscos y supermercados, con el tiempo dejaron de traer la versión original de España y la reemplazaron por una producida en México, para mí fue el inicio del fin, los textos comenzaron a perder calidad y aumentaron los temas “ocultos”. Así que dejé de leerla y me dediqué a la National Geographic, que se ha logrado mantener a pesar que existe alguna variación en los artículos de la versión “de verdad” –En inglés- y la tropicalizada en Latinoamérica.
La globalización ha logrado que en los últimos años se puedan obtener excelentes revistas de divulgación, ahora es fácil conseguir la Sky & Telescope, Archaeology, Scienfic American, Discover y National Geographic en El Salvador, es posible obtenerlas en el almacén Samborn´s –valga el comercial-.
Los libros de divulgación es otro mundo, su principal ventaja estriba en la amplitud que pueden abarcar, contrario de las revistas o periódicos que están encadenados al máximo número de palabras por hoja.
En sociedades donde el conocimiento se encuentra en el último vagón del interés colectivo es difícil obtenerlos, notarán –como siempre- que el número de libros de esoterismo es abundante contra los de divulgación; es decir, por cada libro de astronomía en un estante de librería habrá diez de astrología. Las librerías dicen que mercado así lo exige y el negocio de vender libros es justamente eso: un negocio, si la gente demanda más astrología que astronomía, habrá que ofertar más ocultismo que ciencia.
Si le interesa y tiene acceso a una buena librería (de lo contrario búsquelo en Amazon) le recomiendo estos libros: “Génoma” de Matt Ridley, “El Collar del Neardenthal” de Juan Luis Arsuaga, “La Historia del Tiempo” de Stephen Hawking, “El Último Teorema de Fermat” de Simon Singh y “Un Punto Azul Pálido” de Carl Sagan.
No mencionaré los artículos científicos o “papers” publicados en revistas especializadas que por su forma de tratar las temáticas de investigación, circulan por otros mundos un tanto alejados de la literatura. A pesar que dichos documentos utilizan textos y símbolos para lograr narrativas, lo escrito dista de un poema, cuento o novela; Que conste, para un científico la publicación es fundamental en su vida profesional, de ese modo las investigaciones se cristalizan y los esfuerzos no quedan en meros intentos, la publicación es el paso final de una investigación.
Resuelto lo anterior, ¿Cuál es la participación de la ciencia en la literatura?: Desde mi punto de vista participa en dos grandes territorios: la literatura de Divulgación Científica y la Ciencia Ficción.
La Divulgación Científica
De divulgación existen artículos en periódicos y revistas, que de una u otra forma tratan de explicar un tema, lo cual es un reto, es difícil expresar en palabras sencillas una complejidad científica. Algunos medios se ahorran tiempo y cerebro publicando directamente un cable internacional donde se comunica el último avance científico o un descubrimiento; Sin embargo, los famosos cables no poseen siempre una buena calidad y terminan enredando al lector. En el 2003 un cable internacional provocó una confusión con el acercamiento de Marte, la información indicaba que el planeta rojo se vería del tamaño de la luna, así que cientos de miles de personas se creyeron la información equivocada y salieron a las calles para tratar de ver a Marte del tamaño de la Luna. Para rematar, todos los años después del 2003, aparece el mismo cable en forma de cadenas de correos electrónicos desinformando a la gente y alimentando con miles de direcciones de correos electrónicos a los hackers.
Existen buenas revistas de divulgación, en los años ochenta estuvo de moda “Muy Interesante”, en El Salvador era posible obtenerla en quioscos y supermercados, con el tiempo dejaron de traer la versión original de España y la reemplazaron por una producida en México, para mí fue el inicio del fin, los textos comenzaron a perder calidad y aumentaron los temas “ocultos”. Así que dejé de leerla y me dediqué a la National Geographic, que se ha logrado mantener a pesar que existe alguna variación en los artículos de la versión “de verdad” –En inglés- y la tropicalizada en Latinoamérica.
La globalización ha logrado que en los últimos años se puedan obtener excelentes revistas de divulgación, ahora es fácil conseguir la Sky & Telescope, Archaeology, Scienfic American, Discover y National Geographic en El Salvador, es posible obtenerlas en el almacén Samborn´s –valga el comercial-.
Los libros de divulgación es otro mundo, su principal ventaja estriba en la amplitud que pueden abarcar, contrario de las revistas o periódicos que están encadenados al máximo número de palabras por hoja.
En sociedades donde el conocimiento se encuentra en el último vagón del interés colectivo es difícil obtenerlos, notarán –como siempre- que el número de libros de esoterismo es abundante contra los de divulgación; es decir, por cada libro de astronomía en un estante de librería habrá diez de astrología. Las librerías dicen que mercado así lo exige y el negocio de vender libros es justamente eso: un negocio, si la gente demanda más astrología que astronomía, habrá que ofertar más ocultismo que ciencia.
Si le interesa y tiene acceso a una buena librería (de lo contrario búsquelo en Amazon) le recomiendo estos libros: “Génoma” de Matt Ridley, “El Collar del Neardenthal” de Juan Luis Arsuaga, “La Historia del Tiempo” de Stephen Hawking, “El Último Teorema de Fermat” de Simon Singh y “Un Punto Azul Pálido” de Carl Sagan.
La Ciencia Ficción
La Ciencia Ficción es un juego literario basado en principios científicos para construir una narrativa que toma en cuenta lo posible y lo probable, no debería de ser futurista, ni tampoco profética como algunos sugieren, pero casi siempre la Ciencia Ficción termina rascando el futuro. Nosotros, contrario a las sociedades tradicionales que privilegian el pasado, privilegiamos el futuro, aquí la fascinación de algunos que esperan encontrarse a Julio Verne con el Nautilus y los viajes a la luna en cada novela o cuento, es común y fascinante el diseño de posibilidades sociales dentro del género pero no es la norma, ni debería de serlo.
He notado que algunos escritores de narrativas tradicionales no respetan a la Ciencia Ficción, algunos la consideran un subgénero, otros tienen calificativos más fuertes. Hace unas semanas leí una entrevista que le hizo el periódico El Faro a Hernán Rivera Letelier -premio Alfaguara 2010-, donde calificaba a la Ciencia Ficción de basura. No se cual es la razón de Rivera en considerar al género de Clarke, Asimov y Burroughs con ese nombre; pensándolo mejor, hay una razón posible, creo que es total desconocimiento de lo que ha leído, quien sabe que libros se fumó bajo el título de Ciencia Ficción, que como en todo, hay obras buenas y malas.
La primera obra que podría pasar como Ciencia Ficción es “Somnium” (El Sueño) del astrónomo Johanes Kepler escrita en 1634, que trata de un viaje a la Luna utilizando una pócima mágica, el personaje principal realiza el viaje a nuestro satélite ayudado por su madre, quien conocía ciertas artes “ocultas”. Lamentablemente el escrito tuvo un final trágico, por la similitud de los personajes del libro, la madre de Kepler fue acusada de brujería y pasó seis años encarcelada por el cuento escrito por su hijo, aunque finalmente salió libre y sin responsabilidad alguna, murió pocos meses después. En el año 2005 la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM realizó una publicación extensa de “Somnium” que incluye algunos textos explicativos del astrónomo alemán.
¿Recomendaciones?, las obras de Julio Verne, por lo menos “Cinco semanas en globo”, “Veinte mil Leguas de Viaje Submarino”, “Hector Servadac” y “Las Aventuras a la Luna” (De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna y de la Luna a la Tierra) .
Arthur C. Clarke con “Voces de un Mundo Distante”, “2001 Odisea Espacial”, “El Espectro del Titanic” –de mis favoritas- y “Cita con Rama”.
Michael Crichton con “Amenaza de Andrómeda”, “Parque Jurásico” y “Rescate en el Tiempo”.
“Contacto” de Carl Sagan es una novela brillante, en los noventas la transformaron en una película aceptable, en su momento fue de mis favoritas, pero para ser fiel a la verdad, la adaptación se queda corta en comparación con el libro.
Importantes son “Las Fundaciones e Imperios” de Isaac Asimov, sin descontar “Yo Robot”, Larry Niven con su “Mundo Anillo” y Philip Dick con “Sueñan los robots con Ovejas Eléctricas” que también fue llevada al cine en la famosa película “Blade Runner”.
“La Máquina del Tiempo” y “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells y los Cuentos de Marte de Edgar Rice Burroughs.
¡No me vengan a decir que la Ciencia Ficción es basura!
He notado que algunos escritores de narrativas tradicionales no respetan a la Ciencia Ficción, algunos la consideran un subgénero, otros tienen calificativos más fuertes. Hace unas semanas leí una entrevista que le hizo el periódico El Faro a Hernán Rivera Letelier -premio Alfaguara 2010-, donde calificaba a la Ciencia Ficción de basura. No se cual es la razón de Rivera en considerar al género de Clarke, Asimov y Burroughs con ese nombre; pensándolo mejor, hay una razón posible, creo que es total desconocimiento de lo que ha leído, quien sabe que libros se fumó bajo el título de Ciencia Ficción, que como en todo, hay obras buenas y malas.
La primera obra que podría pasar como Ciencia Ficción es “Somnium” (El Sueño) del astrónomo Johanes Kepler escrita en 1634, que trata de un viaje a la Luna utilizando una pócima mágica, el personaje principal realiza el viaje a nuestro satélite ayudado por su madre, quien conocía ciertas artes “ocultas”. Lamentablemente el escrito tuvo un final trágico, por la similitud de los personajes del libro, la madre de Kepler fue acusada de brujería y pasó seis años encarcelada por el cuento escrito por su hijo, aunque finalmente salió libre y sin responsabilidad alguna, murió pocos meses después. En el año 2005 la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM realizó una publicación extensa de “Somnium” que incluye algunos textos explicativos del astrónomo alemán.
¿Recomendaciones?, las obras de Julio Verne, por lo menos “Cinco semanas en globo”, “Veinte mil Leguas de Viaje Submarino”, “Hector Servadac” y “Las Aventuras a la Luna” (De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna y de la Luna a la Tierra) .
Arthur C. Clarke con “Voces de un Mundo Distante”, “2001 Odisea Espacial”, “El Espectro del Titanic” –de mis favoritas- y “Cita con Rama”.
Michael Crichton con “Amenaza de Andrómeda”, “Parque Jurásico” y “Rescate en el Tiempo”.
“Contacto” de Carl Sagan es una novela brillante, en los noventas la transformaron en una película aceptable, en su momento fue de mis favoritas, pero para ser fiel a la verdad, la adaptación se queda corta en comparación con el libro.
Importantes son “Las Fundaciones e Imperios” de Isaac Asimov, sin descontar “Yo Robot”, Larry Niven con su “Mundo Anillo” y Philip Dick con “Sueñan los robots con Ovejas Eléctricas” que también fue llevada al cine en la famosa película “Blade Runner”.
“La Máquina del Tiempo” y “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells y los Cuentos de Marte de Edgar Rice Burroughs.
¡No me vengan a decir que la Ciencia Ficción es basura!