Se los diré así de simple: 120 años de antropología no han servido de nada para que la gente –a nivel global- tenga un concepto real de África.
Existe una película de Sydney Pollack llamada “África mía” (1985) con Meryl Streep y Robert Redford, la película es entretenida y cuenta la historia de una mujer que tiene una plantación en África, la cual es el centro de su angustia cuando sus siembras no rinden lo deseado. Parte de la historia es la lucha para no reubicar a un pueblo que esta instalado en las tierras de la protagonista, mejor dicho, en las tierras que la protagonistas fue a instalar sobre los nativos, en el film Pollack tiene tiempo para hacer un paréntesis de lo políticamente correcto.
La película también presenta un elemento romántico; de hecho, podríamos decir que es de lo principal, se habla de un matrimonio fracasado y la aventura cuando la mujer establece una relación con el personaje que interpreta Robert Redford, el cual es un piloto aviador. Como suele suceder con los pilotos, Robert Redford tiene un accidente aéreo al final de la película y caput!, se muere. La película tiene cualquier tipo de clichés sobre África, es una historia de europeos en mundo que nunca entienden, los personajes africanos nativos son secundarios, aparecen para llenar el fondo, y ser la excusa para darle cierto contenido social a la cinta. Desde nuestra posición americana o europea nos es difícil dibujar la otredad africana sin caer en la simpleza o en la exhaustiva repetición de conceptos equivocados.
Con el mundial ha sido el acabose, al menos la producción de Pollack es estéticamente agradable, las producciones mundialistas rayan en lo chusco, la medalla de oro con la más infame realización mediática se lo lleva el video de nuestra querida mega ultra estrella Shakira con su insoportable “Waka Waka”, que nos conduce de la mano a uno de las peores representaciones de lo que la colectividad global considera “lo africano”.
Desde los no muy lejanos años de Evans-Pritchard nos comenzamos a dar cuenta que África es un amplio complejo cultural, más sorprendente que una banda de “negros” con lanzas que nos buscan para matarnos y colgar nuestra cabezas, que lo “negro” no es realmente el elemento principal de África, siendo que la raza no existe como aspecto biológico, sino que es una construcción cultural y social, el que Shakira se embadurne betún negro en la panza y los brazos y mueva sus caderas como es su costumbre es un verdadero insulto cultural y antropológico.
Se los digo, en África hay casas, edificios y automóviles, hay mundos urbanos y rurales, hay campesinos, electricistas, hombres de negocios y computadoras, hay selvas, bosques, desiertos, montañas y volcanes, la gente no vive en los arboles, ni anda en taparrabos todo el tiempo, la gran mayoría de africanos no saben usar lanzas, ni tienen que cazar para comer. Es cierto, algunos los hacen, hay naciones muy pequeñas con su propio idioma y su cultura, que su cotidianidad la manejan en una relación “cara a cara”, son sociedades simples que en los últimos 60 años han visto como estados modernos han cambiado su milenario modo de vida. ¿Les molesta cuando los gringos pintan a los países latinoamericanos con ranchos, gallinas y vacas en todos lados?, ese cliché, que nos incomoda del “south of the border” sucede exactamente con África.
Piénselo.
Existe una película de Sydney Pollack llamada “África mía” (1985) con Meryl Streep y Robert Redford, la película es entretenida y cuenta la historia de una mujer que tiene una plantación en África, la cual es el centro de su angustia cuando sus siembras no rinden lo deseado. Parte de la historia es la lucha para no reubicar a un pueblo que esta instalado en las tierras de la protagonista, mejor dicho, en las tierras que la protagonistas fue a instalar sobre los nativos, en el film Pollack tiene tiempo para hacer un paréntesis de lo políticamente correcto.
La película también presenta un elemento romántico; de hecho, podríamos decir que es de lo principal, se habla de un matrimonio fracasado y la aventura cuando la mujer establece una relación con el personaje que interpreta Robert Redford, el cual es un piloto aviador. Como suele suceder con los pilotos, Robert Redford tiene un accidente aéreo al final de la película y caput!, se muere. La película tiene cualquier tipo de clichés sobre África, es una historia de europeos en mundo que nunca entienden, los personajes africanos nativos son secundarios, aparecen para llenar el fondo, y ser la excusa para darle cierto contenido social a la cinta. Desde nuestra posición americana o europea nos es difícil dibujar la otredad africana sin caer en la simpleza o en la exhaustiva repetición de conceptos equivocados.
Con el mundial ha sido el acabose, al menos la producción de Pollack es estéticamente agradable, las producciones mundialistas rayan en lo chusco, la medalla de oro con la más infame realización mediática se lo lleva el video de nuestra querida mega ultra estrella Shakira con su insoportable “Waka Waka”, que nos conduce de la mano a uno de las peores representaciones de lo que la colectividad global considera “lo africano”.
Desde los no muy lejanos años de Evans-Pritchard nos comenzamos a dar cuenta que África es un amplio complejo cultural, más sorprendente que una banda de “negros” con lanzas que nos buscan para matarnos y colgar nuestra cabezas, que lo “negro” no es realmente el elemento principal de África, siendo que la raza no existe como aspecto biológico, sino que es una construcción cultural y social, el que Shakira se embadurne betún negro en la panza y los brazos y mueva sus caderas como es su costumbre es un verdadero insulto cultural y antropológico.
Se los digo, en África hay casas, edificios y automóviles, hay mundos urbanos y rurales, hay campesinos, electricistas, hombres de negocios y computadoras, hay selvas, bosques, desiertos, montañas y volcanes, la gente no vive en los arboles, ni anda en taparrabos todo el tiempo, la gran mayoría de africanos no saben usar lanzas, ni tienen que cazar para comer. Es cierto, algunos los hacen, hay naciones muy pequeñas con su propio idioma y su cultura, que su cotidianidad la manejan en una relación “cara a cara”, son sociedades simples que en los últimos 60 años han visto como estados modernos han cambiado su milenario modo de vida. ¿Les molesta cuando los gringos pintan a los países latinoamericanos con ranchos, gallinas y vacas en todos lados?, ese cliché, que nos incomoda del “south of the border” sucede exactamente con África.
Piénselo.
1 comment:
Tienes razón.
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